Así lo han considerado en el medio anglosajón que recuerda que el pacto que requiere el PSOE para alcanzar la presidencia se traduciría en una «combinación» de concesiones económicas, lingüísticas y de amnistía para los partidos separatistas.
El artículo titulado «Pedro Sánchez pelea por formar un nuevo Gobierno para España» cuestiona la viabilidad de las negociaciones necesarias y apunta a la peligrosa necesidad de necesitar «a quienes quieren desmembrar» el Estado. Entre sus líneas, se destaca también la dificultad con la que el Partido Popular cuenta para poder llegar a la Moncloa. Concretamente, afirma que la formación de Feijóo se ha quedado «sin rutas» para ello y afirma que el país está destinado a celebrar unas nuevas elecciones si no quiere continuar con una combinación como la que ya gobernó en la pasada legislatura.
The Economist cree que los partidos «más sencillos de tratar» son los nacionalistas vascos, mientras que la mayor dificultad se encuentra en los catalanes. Según el medio escrito, Sánchez tiene más fácil alcanzar un acuerdo con la formación «heredera del ala política de ETA» que con ERC y Junts a los que califica de «más problemáticos». De hecho, el partido de Carles Puigdemont es calificado en el artículo como «el más intratable» a raíz de las declaraciones de Carles Puigdemont en las que asegura no estar dispuesto a pactar con Pedro Sánchez.
Es aquí donde The Economist pregunta si existe «alguna combinación de dinero, lenguaje, amnistía e incentivos aún sin nombre» que pueda salvar a Sánchez de la repetición electoral y advierte que «un gobierno improvisado de esta manera sería extremadamente inestable».
«Cada medida legislativa requeriría de más regateo de este tipo. En la última legislatura, los opositores definieron a Sánchez como un maníaco dispuesto a hacer cualquier cosa para aferrarse al poder, una acusación que fue exagerada. Pero si cede aún más para formar una alianza con tantos partidos que no creen en la nación que quiere liderar, este retrato será mucho más fácil de hacer», asevera el medio británico