La medida tiene como objetivo apoyar la frágil economía en medio de la preocupación por el aumento de las tensiones comerciales con Estados Unidos, donde el presidente Trump amenaza con aranceles más altos para corregir el déficit comercial con la UE.
La tasa de inflación de la zona euro alcanzó el 2,4%, el tercer aumento mensual consecutivo hasta diciembre de 2024. Por ello, el BCE confirmó que quiere alcanzar su objetivo de inflación del 2% en 2025, manteniendo una política monetaria calificada de «restrictiva». Esto significa que, a pesar de los recientes recortes, los tipos de interés se mantienen por encima de lo que se considera «neutral» para la economía.
Además, en esta ocasión, el Consejo no debatió un recorte de tipos de medio punto, sino que la Presidenta Lagarde subrayó que las incertidumbres globales sobre la inflación, que probablemente esté aumentando en estos momentos, exigen un enfoque prudente.
La reducción de 25 puntos básicos se ajustaba a nuestras expectativas y a las del mercado. Los mercados de swaps prevén tres nuevas bajadas de tipos de aquí a finales de año, sin cambios respecto a lo observado anteriormente.
Esperamos que el próximo recorte de tipos se produzca en marzo, y que el BCE ajuste los tipos hasta el 2% en 2025. Los riesgos para nuestras previsiones se inclinan a la baja, debido a un crecimiento más débil. En consecuencia, existe el riesgo de que el BCE tenga que intervenir más y reducir los tipos por debajo del 2%. Tras el anuncio, el euro subió, revirtiendo las pérdidas anteriores frente al dólar y la libra esterlina. El par EUR/USD subió un 0,4%, hasta 1,0467, el máximo del día, mientras que el par EUR/GBP subió un 0,2%, hasta 0,8390. La reacción de los rendimientos de los tipos de interés europeos y de los diferenciales de los activos de riesgo también fue positiva, mostrando una buena tendencia tras la decisión del BCE.