Y es que la situación no es para menos, entre otras cosas porque la realidad política del exterior, la que nos cuentan los telediarios todos los dias y que a mas de uno preocupa, es como para tentarse la ropa un poquitín y dejarse de tonterías y sandeces que ni interesan ni preocupan a los ciudadanos.
A estas alturas de la vida y tras ver cómo se las gastan cuando los problemas arrecian es como para echarse a temblar cuando seguimos con un hemiciclo que los miércoles, el día del teórico control de la política, más parece un patio de colegio que un foro político. La oposición pregunta una y otra vez por los escándalos que rodean al gobierno y que terminarán por sentar en el banquillo de los acusados dentro de algunos años, a familiares, ministros y altos cargos que se han servido de su posición para aprovecharse o enriquecerse porqué entre otras cosas la justicia es lenta. Frente a esas preguntas, el presidente y sus ministros o se van por las nubes, o simplemente contestan que el cielo es azul y el sol da calor. Así que la pérdida de tiempo es de tamaño almanaque, pero eso no les importa.
Como tampoco les importa la realidad. El lunes Sánchez se reunía en París con otros líderes europeos para estudiar una respuesta conjunta a las pretensiones del dúo Trump/Putin. El martes Trump anunciaba una batería de nuevos aranceles que nos van a dejar fritos unos cuantos sectores industriales. Además, r junto a Putin va a repartirse Ucrania como si el invasor de estas tiera fuese precisamente Zelenski, al que además van a echar con cajas destempladas de la presidencia de su pàis, acusándole de cualquier cosa para que no les de guerra. Es decir, un panorama y una situación bastante preocupante por las consecuencias que todo ello puede tener para España- .
Pues de todo esto, ni palabra, como si el conflicto no existiese y como si la pareja dé déspotas que nos ha caído en suerte, no gobernasen como si estuviésemos en épocas casi prehistóricas e las que el mas fuerte te ponía la bota en el cuello y ya estaba todo hecho.
Asi que ya nos podemos preparar porque con este Gobierno no haya nada que esperar, conforme nos vayan dando bofetadas nos tendremos que aguantar y no protestar.