En su opinión, con su actividad, “la banca favorece el desarrollo económico y el bienestar social”, al canalizar financiación a la economía real, fomentar la creación de empleo y afrontar grandes retos como la digitalización y la sostenibilidad, ha señalado.
En 2022, BBVA canalizó 50.000 millones de euros en negocio sostenible, un 41% más que los 35.400 millones de euros canalizados en 2021. En total suma 136.000 millones desde 2018, cuando el banco anunció su objetivo de movilización de negocio sostenible hasta 2025. Ese objetivo, que inicialmente era de 100.000 millones de euros, se triplicó en octubre de 2022 hasta los 300.000 millones de euros, gracias al refuerzo de la oferta de producto en los segmentos mayorista y minorista.
Torres Vila —que ha participado en el Encuentro Finresp junto a la subgobernadora del Banco de España, Delgado, en un debate moderado por la presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán—, ha señalado que la estrategia del banco es acompañar a sus clientes en su transformación hacia un mundo más sostenible, con asesoramiento y, por supuesto, con financiación.
A su modo de ver, los bancos tienen un papel fundamental como intermediarios al financiar a la sociedad en su camino hacia la descarbonización, y contribuyen también a la hora de afrontar grandes retos como la digitalización y la sostenibilidad. “El papel de la banca es positivo para la sociedad; es un papel de dinamización de la actividad y que determina de una manera muy importante el desarrollo económico y el bienestar social”, ha señalado el presidente de BBVA. Por ejemplo, se ha referido a la nueva financiación concedida por el banco a empresas y familias en España en 2022, que ha beneficiado a más de 45.000 familias para comprar su vivienda, a más de 150.000 pymes y autónomos, y a más de 14.000 empresas de mayor tamaño, entre otros.
También se ha referido al Mecanismo Único de Supervisión del BCE. En concreto, al ejercicio de los test de estrés climáticos y la revisión temática de clima, que ha calificado como “un ejercicio muy positivo” ya que, a su juicio, ha permitido a las entidades financieras priorizar, acelerar ciertos procesos y poner mucho más foco en la generación de datos y el desarrollo de modelos.
La banca española ante el reto del cambio climático
El presidente de BBVA ha coincidido con Delgado en que una de las piezas clave para avanzar hacia una economía de cero emisiones es que las empresas cuenten con planes de transición robustos y creíbles. Planes que son fundamentales para que bancos, inversores y aseguradoras puedan gestionar mejor sus riesgos de transición y aportar soluciones a los clientes, ha explicado. En este sentido —ha añadido—, se ha referido al trabajo realizado por GFANZ (Glasgow Financial Alliance for Net Zero) con la publicación de guías para elaborar planes de transición para las empresas de la economía real y para las propias entidades financieras. Carlos Torres Vila ha avanzado que BBVA va a publicar próximamente su informe TCFD (Task Force on Climate-Related Financial Disclosures), donde incorporará estas recomendaciones de GFANZ.
Asimismo, el presidente de BBVA ha reclamado datos confiables sobre sostenibilidad (en toda la cadena de valor), mayor armonización en las definiciones y unificación de metodologías para la cuantificación de los riesgos. En concreto, las normas de información sobre sostenibilidad son un pilar fundamental para garantizar una regulación adecuada de las finanzas sostenibles y evitar las prácticas de ‘greenwashing’ de las empresas.