Para el año que comienza prevé, de nuevo, crecimiento de la actividad gracias a las franquicias líderes del Grupo y su estrategia centrada en digitalización, innovación y sostenibilidad. Por todo esto, “2024 volverá a ser un gran año para BBVA, con una mayor contribución al progreso económico y social”, afirma en una entrevista.
Mirando hacia el año que comienza, el presidente de BBVA habla del efecto que pueda tener en el banco un posible cambio de ciclo de la política monetaria. En este sentido, prevé un retorno progresivo a un nivel de tipos de interés normalizado, pero sin llegar al nivel de tipos tan bajo de la última década. Aún así, adelanta que la actividad seguirá creciendo, aunque a un ritmo menor que en los últimos años. En España, por ejemplo, estima un crecimiento económico del 1,5%, y cercano al 3% en México, que se verá apoyado por el buen comportamiento del consumo, el comercio con Canadá y EE.UU. y su potencial de bancarización. Sobre Turquía, resalta el “giro radical en las políticas económicas para corregir los desequilibrios, incluida la política monetaria” así como su potencial a largo plazo, algo que también destaca para América del Sur, región para la que anticipa una ralentización del crecimiento en 2024.
Más allá del contexto económico, Carlos Torres Vila resalta las fortalezas estructurales de BBVA, que impulsan su buena marcha en el futuro y donde destacan las franquicias líderes con enorme capacidad de captación de clientes y su exitosa estrategia basada en la innovación y la sostenibilidad. En definitiva, “2024 volverá a ser un gran año para BBVA, en el que seguiremos creciendo, seguiremos teniendo impacto positivo en las sociedades en las que estamos, contribuyendo al progreso económico y social”.“Cuánto más crece nuestra actividad, más impacto positivo tenemos en la sociedad”.
El presidente de BBVA detalla la importancia de la contribución de las empresas, y los bancos en particular, al bienestar de toda la sociedad. Al respecto, hace hincapié en que “tenemos que dejar de ver mal que las empresas sean rentables, porque lejos de ser algo malo, conduce a que la sociedad prospere”. En su opinión, esto es especialmente relevante en el caso de los bancos por la labor que llevan a cabo. “Uno de los factores que más contribuye al desarrollo económico y social a largo plazo de las sociedades es la inversión privada, que genera crecimiento económico y progreso. Pero para que haya inversión privada hace falta financiarla”, añade. De esta forma, para que los bancos puedan llevar a cabo esta tarea de financiación, necesitan tener una rentabilidad. Por eso, “cuanto más crece nuestra actividad, más impacto positivo tenemos en la sociedad”, asegura.
Una forma de explicar este impacto es ver a dónde van los ingresos del banco. “La mitad de lo que ingresamos lo dedicamos a tres cosas: pagar el sueldo de las 120.000 personas que trabajamos en el banco; pagar a nuestros proveedores, que también es generar actividad económica; y hacer frente a las provisiones de crédito”, detalla. “La otra mitad de los ingresos – el beneficio antes de impuestos-, se distribuye aproximadamente un tercio a pagar impuestos; otro tercio lo devolvemos a nuestros 800.000 accionistas, muchos de ellos familias y pequeños ahorradores; y el tercio restante lo reinvertimos en el negocio para seguir concediendo crédito”.
En su opinión,, “la capacidad de impacto positivo que tenemos es algo muy motivador de cara a 2024, es algo que me hace estar muy orgulloso de trabajar en BBVA y muy orgulloso de todos los compañeros que trabajan en el banco”. A continuación, repasa dos de los principales desafíos globales, que también son los ejes de la estrategia de la entidad: la sostenibilidad y la innovación.
Sobre la sostenibilidad, señala que “la descarbonización se está mostrando como una oportunidad de negocio muy superior a la que imaginábamos, porque trasciende fronteras y afecta a todos los sectores de actividad”. Además, BBVA tiene un objetivo de lograr cero emisiones de carbono en 2050, que se ha traducido en objetivos concretos de descarbonización para 2030 en ocho sectores intensivos en emisiones. Asimismo, la entidad invierte en fondos punteros en tecnologías limpias para estar cerca de esos desarrollos y poder financiarlos, “tratando de replicar el éxito en las inversiones en fondos de fintech”. Todos los avances en sostenibilidad han llevado a que BBVA sea reconocido por cuarto año consecutivo como el banco más sostenible de Europa, según el Dow Jones Sustainability Index.
De cara al futuro, el presidente de BBVA destaca tres tendencias en el ámbito de la sostenibilidad. En primer lugar, su universalización, ya que afecta a todos los sectores, empresas y a toda la sociedad; en segundo lugar, requiere una industrialización de las soluciones que se crean, una mayor capilaridad, como por ejemplo sucede ya con la venta de productos sostenibles a través de la red de oficinas del banco; y en tercer lugar, la importancia creciente de preservar y restaurar el capital natural y a la biodiversidad.
Respecto a la innovación, Carlos Torres Vila se muestra orgulloso de que “ha sido marca de la casa durante muchos años y que nos ha dado grandes alegrías”, con ejemplos como la mejor ‘app’ del mundo. “Ahora podemos seguir por ese camino, aprovechando los datos, y tecnologías que están creciendo mucho, como la inteligencia artificial, para dar el siguiente paso en el asesoramiento a nuestros clientes”, afirma.
Finalmente, el presidente de BBVA ha querido recalcar sus buenas perspectivas: “2024 volverá a ser un gran año para el banco. Vamos a incrementar nuestra contribución positiva al progreso, al desarrollo económico y social de los países donde tenemos presencia”.