Entre ellos, se incluyen instalaciones militares utilizadas para el narcotráfico, según ha publicado The Wall Street Journal. Se trata de un paso más en su política de máxima presión contra el dictador venezolano, Nicolás Maduro, al que acusa de ser el líder de la organización criminal el Cártel de los Soles y sobre cuya cabeza pesa una recompensa de 50 millones de dólares.
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Hugo Marugán
Al ser preguntado este viernes por los periodistas a bordo del Air Force One si se plantea lanzar ataques contra Venezuela, Trump respondió con un cortante «no». Pero no desmintió en ningún momento las informaciones que aseguran que podría ocurrir en un futuro si Maduro insiste en seguir aferrándose al poder. Las advertencias del republicano aumentan de grado mientras que el chavista se niega a dimitir y sigue atado a la Presidencia que arrebató a Edmundo González Urrutia, el ganador oficial de las elecciones del pasado 28 de julio de 2024. Urrutia se vio obligado al exilio, amenazado por el régimen, pero en el país aún resiste la líder de la oposición y ganadora del Premio Nobel de la Paz, María Corina Machado.
Hace unas semanas, el propio Trump reconoció que había autorizado a la CIA a llevar a cabo operaciones encubiertas en Venezuela, incluso «letales», con el objetivo último de derrocar al Gobierno ilegítimo de Maduro. Ahora, y con esta nueva filtración de que Estados Unidos ya tiene en su punto de mira bases militares en territorio venezolano, la presión sobre el líder chavista no hace más que aumentar. Además de instalaciones militares, también se barajan otros posibles objetivos como puertos y aeropuertos controlados por el Ejército venezolano que se utilizarían para el tráfico de drogas, incluidas instalaciones navales y pistas de aterrizaje, según uno de los funcionarios citados por TWSJ.
Los ataques aéreos contra objetivos en Venezuela supondrían una escalada significativa en la campaña militar de Trump contra el país sudamericano que, por ahora, se ha limitado a atacar embarcaciones utilizadas para el contrabando de drogas en aguas internacionales, tanto en el Caribe como en el Pacífico. Actualmente, y tras declarar la guerra abierta contra el narcotráfico, el Pentágono ha enviado 10.000 soldados estadounidenses a la zona, la mayoría se encuentran desplegados en bases de Puerto Rico, pero también un contingente de infantes de marina a bordo de buques de asalto anfibio.
En total, la Armada cuenta con ocho buques de guerra de superficie y un submarino en el Caribe, frente a las costas venezolanas. Este mismo martes, Trump volvió a defender su guerra contra el tráfico de drogas, donde también ha incluido al presidente de Colombia, Gustavo Petro, tras haber atacado hasta 15 lanchas, que han dejado 61 muertos y tres supervivientes desde el pasado mes de septiembre. El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, quien está realmente detrás de esta política contra Maduro ha denunciado, al ser preguntado al respecto de estas últimas informaciones, que «en Venezuela hay un narcoestado dirigido por un cártel».
«Se trata de una operación contra los narcoterroristas, la Al Qaeda del hemisferio occidental… Y hay que acabar con ellos», declaró Rubio. Por su parte, el senador republicano de Florida, Rick Scott, lanzó una advertencia este viernes al mandatario chavista durante una entrevista con la CBS: «Si yo fuera Maduro, me iría a Rusia o China ahora mismo». Trump aseguró esta semana, durante un discurso a las tropas estadounidenses desplegadas en Japón, que «por fin estamos librando una guerra contra los cárteles. Estamos librando una guerra como nunca antes la han visto y vamos a ganar esa batalla. Ya la estamos ganando en el mar».
Washington está decidido a poner fin a la dictadura de Maduro en Venezuela y, para ello, ha recurrido incluso a tratar de sobornar al piloto de Maduro para que desviara el avión con el fin de capturarlo y, seguramente, procesarlo. Según publicó la agencia de noticias Associated Press, un agente estadounidense ofreció una elevada cantidad al conductor de la aeronave presidencial que transporta al mandatario chavista, Bitner Villegas. Sin embargo, la operación que comenzó durante la Presidencia del demócrata Joe Biden no tuvo éxito. El republicano ha redoblado la apuesta y ha declarado directamente la guerra contra Maduro y, de paso, contra el narcotráfico.

