«Los datos de 2024 están superando las expectativas y marcando el mejor comienzo de año en la historia del sector», dice el informe de la entidad.
Según la encuesta sobre las previsiones de viajes para la campaña de verano realizada entre las 400 agencias asociadas a Acave, casi un 60% de sitúa el incremento medio de reservas este verano entre el 5% y el 15% respecto al mismo periodo del 2023. «La actividad turística en nuestro país sigue sorprendiéndonos porque está demostrando una solidez y resistencia a prueba de la inflación y de los conflictos bélicos que sí están condicionando la marcha de otros sectores», dijo Martí. CaixaBank Research prevé que el PIB turístico crezca un 5% en 2024 (más del doble que lo esperado para el conjunto de la economía) y que se superen los 90 millones de visitas de turistas internacionales. Lo atribuyen a la recuperación del poder adquisitivo de los hogares europeos en un contexto de descenso de la inflación, la recuperación económica en Europa y la percepción de mayor seguridad que transmite España frente a otros destinos competidores.
Eso sí, las agencias de viajes notan un cambio de tendencia. «La reserva anticipada está creciendo más que otros años por el tema precios», explicó Martí. Un 70 % de los agentes españoles han registrado la mayoría de sus reservas con más de dos meses de antelación. La reservas de última hora, añadió, «van perdiendo protagonismo por un tema de oferta y demanda». A falta de disponibilidad de plazas, lo que antes se vendía barato a última hora para conseguir llenar aviones o alojamientos, ahora el precio se dispara en lugar de bajar. En este sentido, aseguró que los turistas priorizan ir donde quieren ir por encima del precio que les vaya a costar el viaje. Además, cada vez están dando más peso a que ese destino tenga una climatología favorable ante las olas de calor que azotan muchos de ellos.
El informe de Caixabank recoge que el turismo doméstico se mantendrá en niveles históricamente elevados, «pero creciendo a tasas más modestas que el turismo internacional» ya que se espera una reactivación en las salidas de españoles al exterior. Los destinos nacionales por los que los españoles se decantan para esta temporada de verano son las Islas Baleares y destinos de la costa mediterránea, especialmente de Andalucía y Cataluña. Les siguen otros como Galicia, Asturias, Cantabria y Canarias, donde se dan temperaturas más suaves.
En cuanto a los destinos internacionales, los países asiáticos como China, Japón o Vietnam son la primera opción por la que se están decantando los viajeros españoles para realizar sus reservas. Les siguen otros como Estados Unidos, Latinoamérica (Brasil, Costa Rica, México, República Dominicana y Cuba), la costa mediterránea (Italia, Francia, Grecia, Chipre y Malta) o el norte de África (Marruecos y Túnez). Según las agencias de viajes, también se erigen como destinos de oportunidad países como Rumanía, Albania, Marruecos y Tailandia. A estos destinos les siguen los cruceros, safaris y otras capitales europeas.
Por su parte, los destinos más demandados por los extranjeros que visitarán España son las costas de Cataluña y Andalucía, así como las ciudades de Barcelona y Madrid. También ganan peso las islas Baleares y Canarias y comienza a notarse una demanda creciente en las Rutas del Vino así como en destinos de turismo rural. Por mercados, el emisor número uno es Reino Unido, seguido de Estados Unidos, Francia, Alemania y Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo.
Muchos de esos visitantes foráneos han adelantado su viaje a España a los meses de mayo y junio. El Instituto Nacional de Estadística (INE), reflejaba un aumento del 14% de los visitantes hasta el mes pasado. En pleno debate sobre la saturación de ciertas zonas turísticas y los perjuicios para los habitantes locales, las previsiones del sector no pueden ser más optimistas. Aunque el mantra que lo recorre es que España debe apostar por atraer a turistas de mayor gasto en lugar de seguir incrementando la cifra de visitantes año tras año.