Aunque en las inmediaciones del Paseo de la Castellana se oyeron con claridad silbidos y gritos contra el presidente, la retransmisión oficial de TVE mantuvo un sonido ambiente muy bajo o prácticamente imperceptible en esos momentos. Esta ausencia de sonido ha generado dudas sobre si se trató de un ajuste técnico o una omisión deliberada.
No es la primera vez que TVE se ve envuelta en una situación similar. En años anteriores, la cadena pública ya fue criticada por minimizar o eliminar el sonido de abucheos dirigidos a autoridades del Gobierno durante desfiles del 12 de octubre o eventos deportivos, así como por evitar enfocar pancartas o protestas visibles. En algunas ocasiones, también se ha señalado que la realización recurre a planos cerrados o a comentaristas en off justo cuando se producen manifestaciones de rechazo en el lugar del acto.
Durante el desfile de este 2025, Sánchez estuvo acompañado por miembros del Ejecutivo y otras autoridades civiles y militares. Numerosos asistentes mostraron su descontento con el presidente del Gobierno, como ha ocurrido de forma reiterada en los últimos años. Sin embargo, en la señal emitida por TVE, las expresiones de rechazo apenas fueron perceptibles.
Así lo ha indicado la Plataforma TVE Libre a través de redes sociales. «RTVE vuelve a deshonrar el desfile de la Fiesta Nacional al hablar Fortes de «silbidos y música de viento» sobre imagen de los Reyes @CasaReal sin especificar que las protestas van contra Sánchez. Así no es la TVE de todos, sólo del régimen sanchista».
Hasta el momento, RTVE no ha ofrecido ninguna explicación pública sobre el tratamiento del sonido en su emisión. Tampoco ha aclarado si los micrófonos utilizados durante la retransmisión estaban alejados del público o si se aplicaron filtros de audio para priorizar la señal institucional.
Lo que sí ha quedado claro por las imágenes es que gran parte del Paseo del Prado ha sido vallado para evitar que el público estuviera cerca de la Tribuna de Autoridades, donde ha tenido que esperar la llegada del Rey Felipe VI y su familia. Con los espectadores a distancia, los pitidos y abucheos solo han podido oírse en la distancia.