Según informaron desde la Casa Blanca a diversos medios estadounidenses la decisión se produce después de que Rusia reiterara su rechazo a detener las hostilidades y aceptar la solicitud de Washington de un alto el fuego inmediato.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, declaró este martes que los llamamientos a un alto el fuego inmediato en Ucrania, expresados por Washington, Kiev y varias capitales europeas, contradicen «los acuerdos» alcanzados durante la reunión entre Trump y Putin en Alaska en agosto. Lavrov insistió en que todas las partes deben abordar primero «las causas fundamentales» del conflicto y advirtió que un alto el fuego inmediato implicaría que gran parte de Ucrania «permanezca bajo el control del régimen nazi», en referencia al presidente democráticamente elegido de Ucrania, Volodímir Zelenski.