Al inicio del tercer trimestre, registró una amplia estabilización de las condiciones operativas, según el índice PMI. «Con el nuevo marco comercial acordado entre la UE y EEUU, la incertidumbre debería disminuir y las señales apuntan a una tendencia alcista continua en los próximos meses». Así lo creen en Hamburg Commercial Bank, donde comenta que las cadenas de suministro «siguen estando relativamente bajo presión. Los plazos de entrega se han alargado. Dada la fragilidad de la recuperación, no es la demanda la que provoca que los clientes esperen más tiempo por sus productos».
«La volatilidad de las políticas arancelarias estadounidenses y la incertidumbre derivada de las tensiones geopolíticas podrían desempeñar un papel clave en este caso. Prevemos que las empresas seguirán enfrentándose a interrupciones repentinas en la cadena de suministro en el futuro previsible», dicen.
En julio, el índice PMI del sector manufacturero de la eurozona aumentó de 49,5 registrado en junio a 49,8 en julio, su máxima de tres años. Al situarse solo por debajo del nivel de ausencia de cambios de 50, la última lectura indicó un nivel de casi estabilización de las condiciones operativas en el sector industrial de la zona euro.
La zona euro en su conjunto registró un aumento en los niveles de producción manufacturera en julio, marcando cinco expansiones mensuales consecutivas. No obstante, el aumento se desaceleró ligeramente con respecto a junio y fue el más débil desde marzo pasado. Una nueva caída de los nuevos pedidos afectó la producción. El deterioro de la demanda fue leve, pero de todas formas fue el más rápido en cuatro meses.
A juzgar por los últimos datos de la encuesta, las ventas de exportación lastraron el volumen total de pedidos y los nuevos pedidos recibidos de clientes internacionales disminuyeron tras estabilizarse en el mes anterior. Mientras tanto, los fabricantes de la zona euro moderaron sus esfuerzos de recortes durante el último periodo de la encuesta. Tanto la compra de insumos como el empleo se acercaron a la estabilización, registrando sus reducciones más lentas en 37 y 23 meses, respectivamente.
Los datos de la encuesta revelaron una ligera intensificación de las presiones en las cadenas de suministro, ya que los plazos medios de entrega de los insumos se alargaron por segundo mes consecutivo y en la mayor medida desde noviembre de 2022. Al mismo tiempo, los stocks de compra y los stocks de productos terminados continuaron disminuyendo, aunque los ritmos de reducción se moderaron. El sector manufacturero de la zona euro registró precios estables en julio. Los costes de los insumos se mantuvieron sin cambios, tras tres meses de bajadas, mientras que los precios cobrados prácticamente no experimentaron variaciones.
De cara al futuro, los fabricantes de la zona euro se mantuvieron optimistas con respecto al crecimiento durante los próximos doce meses. De hecho, el nivel general de optimismo se situó ligeramente por encima de su media a largo plazo, a pesar de haber caído desde su máxima de 40 meses registrada en junio.
Por países, «son principalmente las economías más pequeñas las que ofrecen motivos para el optimismo», aseguran en Hamburg Commercial Bank. Concretamente, Irlanda registró el mejor resultado de las fábricas en julio, pero aunque el crecimiento se ralentizó, se mantuvo sólido en general. Mientras tanto, se observó una recuperación del impulso en Países Bajos y España, que registraron sus expansiones más rápidas en 17 y 7 meses, respectivamente. Grecia continuó su tendencia de crecimiento en julio, extendiendo la secuencia actual de expansión a dos años y medio.
En el resto de los países, los datos del índice PMI manufacturero aumentaron, pero se mantuvieron por debajo del nivel crítico de ausencia de cambios de 50, lo que indica un deterioro sostenido, aunque más lento en julio. Tanto Alemania como Francia registraron aumentos fraccionales en el índice PMI con respecto a junio, aunque Alemania alcanzó su nivel más alto en casi tres años. En cuanto al sector manufacturero de Francia, conjuntamente con el de Austria, registró el peor resultado al inicio del tercer trimestre.
«Los índices PMI de España y Países Bajos indican un crecimiento económico acelerado, mientras que los de Irlanda y Grecia se mantienen en expansión. En las tres economías más grandes, así como en Austria, el índice indica que la recesión industrial se ha atenuado significativamente. Esto amplía el alcance de la recuperación», indican.
Añaden que «Francia es actualmente el mayor lastre para el crecimiento del sector manufacturero de la zona euro. Resulta especialmente desalentador que la producción en Francia haya disminuido en los últimos dos meses, mientras que el empleo ha aumentado ligeramente durante el mismo período. El problema radica en la consiguiente caída de la productividad, que dificulta aún más el crecimiento económico. En Alemania, la situación es la contraria: la producción crece mientras que el empleo se reduce. Francia también se ve lastrada por la perspectiva de un presupuesto de austeridad y el riesgo asociado de una dimisión del gobierno actual. Esto contrasta con Alemania, donde gran parte de las esperanzas de crecimiento se basan en una política fiscal expansiva y la situación política es significativamente más estable que en Francia».
«Sería importante una menor incertidumbre política y fiscal en la segunda mayor economía de la zona euro para ayudar al sector manufacturero de la zona euro a lograr un crecimiento sostenible en general», consideran.