La caída de la actividad total está impulsada por el sector manufacturero, pero el crecimiento de la actividad del sector servicios también se ha moderado, reduciendo el apoyo a la economía en su conjunto», comentan en Hamburg Commercial Bank. El índice PMI compuesto de actividad total de la zona euro, ajustado estacionalmente, marcó 48,6 en julio, frente a 49,9 registrado en junio y, lo que es más importante, se situó por debajo del nivel de ausencia de cambios de 50, que separa el crecimiento de la contracción. Una vez más, el sector manufacturero representó un lastre considerable para el desempeño económico de la zona euro en julio, ya que los volúmenes de producción disminuyeron a un ritmo rápido y acelerado. La debilidad entre los fabricantes de productos estuvo acompañada de una mayor desaceleración en el sector de los servicios, cuyos niveles de actividad estuvieron a punto de estancarse.
Los volúmenes de actividad total se vieron restringidos por el deterioro de la demanda de productos y servicios de la zona euro a principios del tercer trimestre. Los volúmenes de nuevos pedidos cayeron por segundo mes consecutivo, y el declive se aceleró en medio de una fuerte reducción en los nuevos pedidos de exportación. En general, la disminución de la entrada de nuevos pedidos en total fue la más fuerte desde octubre del año pasado.
La contracción de la cartera de pedidos en julio siguió liberando capacidad en las empresas de la zona euro, lo que provocó que los pedidos pendientes se redujeran una vez más. Los volúmenes de pedidos pendientes de realización cayeron por cuarto mes consecutivo, y lo hicieron al ritmo más fuerte desde la primera mitad de 2020. El deterioro de la demanda y el avance sostenido en la finalización de las cargas de trabajo pendientes lastraron la creación de empleo en la zona euro. Si bien los niveles de personal aumentaron de nuevo en julio, la expansión fue solo modesta y se ralentizó hasta su nivel más bajo en casi dos años y medio. Al igual que en junio, el crecimiento del empleo se limitó al sector servicios.
La confianza empresarial retrocedió aún más al comienzo del tercer trimestre, cayendo hasta su nivel más débil en lo que va del año. Las expectativas de crecimiento han disminuido por quinto mes consecutivo. Tanto los fabricantes como las empresas de servicios se mostraron menos optimistas con respecto a la perspectiva para los próximos doce meses. Los datos de la encuesta de julio siguieron mostrando una moderación de las presiones de los precios en la zona euro. En particular, la tasa general de inflación del coste de los insumos cayó aún más por debajo de su promedio a largo plazo en julio, hasta alcanzar su mínima de treinta y dos meses. También se observó un aumento más lento de los precios cobrados, ya que la inflación de los precios de venta es considerablemente más baja que las tasas observadas en los primeros meses de 2023.
En general, los precios establecidos para los productos y servicios de la zona euro aumentaron al ritmo más débil desde febrero de 2021. No obstante, para tanto los precios cobrados como los costes de los insumos, fue el sector manufacturero el que desempeñó el papel más importante en la desaceleración de la inflación de julio. Las presiones de los precios en el sector servicios, a pesar de que se moderaron levemente durante el mes, se mantuvieron fuertes en general.
«El crecimiento del empleo se detendrá en los próximos meses dadas las perspectivas más sombrías para la economía. No obstante, al menos por ahora, las empresas todavía se muestran bastante reacias a recortar personal en el sector servicios. Más bien, deciden contratar a menos personas», señalan desde Hamburg Commercial Bank.
En el sector servicios, creen que «se manifiesta el inicio de una fase de debilidad tras la caída del índice de nuevos pedidos recibidos a territorio de contracción. A juzgar por la encuesta del PMI, debido a este acontecimiento, puede ser preocupante para el Banco Central Europeo (BCE) que la inflación haya disminuido solo levemente en comparación con el mes anterior. La evolución del sector servicios de la zona euro es notablemente diversa». Por países, «mientras que las empresas de servicios francesas han frenado su actividad total, las empresas españolas continúan expandiéndose a un ritmo bastante saludable, a pesar de observarse una desaceleración considerable desde el primer trimestre. Las empresas españolas también siguen con voluntad de contratar, mientras que las firmas italianas han comenzado a recortar empleo», explican.