Por el contrario, la actividad del sector servicios pone fin a cuatro meses de crecimiento. En general, la actividad total del sector privado de la zona euro se mantuvo prácticamente estable en abril. Asi «A pesar de que EEUU introdujo aranceles generales del 10% y aranceles sobre las importaciones de automóviles del 25%, la mayor parte de los fabricantes no están demasiado inquietos. En lugar de derrumbarse, han aumentado la producción por segundo mes consecutivo, e incluso con más fuerza que en marzo», añaden desde Hamburg Commercial Bank.
Sin embargo, el sector servicios «se ha convertido en una especie de aguafiestas. Su actividad comercial se ha contraído en lugar de crecer, lo que venía haciendo de forma casi ininterrumpida desde febrero de 2024», indican. Los dos grandes sectores cubiertos indicaron tendencias contrastantes. La actividad comercial del sector servicios disminuyó marginalmente en abril, poniendo fin a una secuencia de cuatro meses de crecimiento. En contraste, la producción manufacturera aumentó por segundo mes consecutivo. Aunque el ritmo de expansión siguió siendo modesto, el último aumento fue el más marcado desde mayo de 2022.
El ‘fash’ del índice PMI compuesto de la actividad total de la eurozona, ajustado estacionalmente, registró 50,1 en abril, situándose apenas por encima del nivel de ausencia de cambios de 50, lo que señala un panorama bastante estable para la actividad total al comienzo del segundo trimestre del año. No obstante, la última lectura fue inferior a la de marzo (50,9) y la más baja de los últimos cuatro meses.
En general, las empresas se mostraron poco dispuestas a aumentar la actividad total debido a una nueva reducción de los nuevos pedidos en abril, que fue la undécima reducción consecutiva. Además, el último descenso de los nuevos pedidos fue el más acusado en lo que va de año. Se observaron contracciones tanto en el sector manufacturero como en el de servicios.
Los nuevos pedidos de exportación (que incluyen las exportaciones dentro de la zona euro) también disminuyeron y a un ritmo bastante similar al observado para el total de nuevos pedidos. Los nuevos pedidos de exportación han disminuido continuamente desde marzo de 2022. Las empresas siguieron recortando sus actividades de compra, extendiendo la secuencia actual de descenso a 34 meses. Sin embargo, la última reducción de la compra de insumos fue la menos marcada en esta secuencia. Del mismo modo, las tasas de reducción tanto de los stocks de compra como de los stocks de productos terminados también se ralentizaron en abril, atenuándose hasta registrar sus mínimas de 24 y seis meses, respectivamente.
Por otra parte, los plazos de entrega de los proveedores se acortaron por tercer mes consecutivo. De hecho, la última mejora del desempeño de los proveedores fue la más pronunciada desde junio de 2024. Para el empleo, después de haber aumentado por primera vez en ocho meses en marzo, prácticamente se estancó en abril. Una sólida reducción en los niveles de personal en el sector industrial superó un aumento modesto y más lento en el número de trabajadores en el sector servicios.
Pese a la falta de creación de empleo en general, la caída sostenida de los nuevos pedidos significó que las empresas pudieran volver a poner al día los pedidos pendientes de realización en abril. Los pedidos por realizar han disminuido durante veinticinco meses consecutivos. No obstante, la última reducción fue la menos marcada en poco menos de un año.
Las presiones inflacionistas en los costes se desvanecieron en el primer mes del segundo trimestre. Los costes de los insumos aumentaron al ritmo más lento desde noviembre de 2024 y a un ritmo inferior al promedio de la serie. La inflación se concentró en el sector servicios, donde los costes aumentaron con gran intensidad. En contraste, los costes de los insumos manufactureros disminuyeron por primera vez en cinco meses. Los precios de venta también aumentaron a un ritmo más débil en abril y la tasa de inflación se redujo hasta su mínima de cinco meses. A diferencia de los precios de compra, los precios de venta aumentaron en los dos sectores estudiados. De hecho, la inflación de los precios cobrados en el sector manufacturero se aceleró hasta su máxima de dos años, pero siguió siendo modesta. Mientras tanto, los precios cobrados por los servicios aumentaron a su ritmo más débil desde septiembre de 2024.
«El Banco Central Europeo (BCE) está recibiendo un leve respaldo para su postura de recorte de tipos de los indicadores de precios en el sector servicios, que las autoridades monetarias están siguiendo de cerca. Los costes han aumentado a un ritmo similar al de marzo, pero el aumento de los precios de venta se ha desacelerado significativamente. En el sector manufacturero, los precios muestran un comportamiento mixto: los costes de los insumos han revertido su tendencia inflacionaria de los últimos cuatro meses y han caído, mientras que los precios de venta han aumentado un poco más que en marzo, pero todavía de forma modesta».
En cuanto a las perspectivas, se produjo una fuerte caída de la confianza empresarial en la zona euro, puesto que el sentimiento descendió hasta alcanzar su nivel más bajo desde noviembre de 2022. El optimismo también estuvo muy por debajo de la media de la serie. La caída de la confianza fue generalizada, tanto en términos de cobertura sectorial como geográfica. Cada una de las categorías del sector manufacturero y del sector servicios registró un menor optimismo y la confianza entre las empresas de servicios fue la más débil en casi cinco años.
Por países, Alemania experimentó una disminución de la actividad empresarial por primera vez en cuatro meses en abril, después de que el crecimiento alcanzara su máxima de diez meses en marzo. Mientras tanto, en Francia la economía se mantuvo en contracción y se observó una aceleración del ritmo de disminución de la actividad empresarial durante el mes. En el resto de la zona euro se siguió registrando un sólido crecimiento de la actividad total, aunque con un ritmo de expansión ligeramente inferior al observado en marzo.
Francia registró una perspectiva pesimista por primera vez en cinco meses, mientras que la positividad disminuyó tanto en Alemania como en el resto de la zona euro.»Si nos fijamos en las dos principales economías de la zona euro (Alemania y Francia), observamos un patrón similar. Ambos países registraron un aumento de la producción manufacturera en abril, mientras que la actividad comercial en el sector servicios se contrajo. La debilidad general parece un poco más pronunciada en Francia, especialmente en el sector servicios. Esto podría deberse a los contrastantes panoramas políticos: en Francia, existe un riesgo constante de colapso del Gobierno en medio de una frágil situación de deuda, mientras que en Alemania, existe la posibilidad de tener un nuevo Gobierno funcional con un margen fiscal significativo a partir de mayo», concluyen en Hamburg Commercial Bank.