Dejando fuera del cálculo el impacto de la energía, la inflación se elevó una décima, hasta situarse en el 7,3%. La mayor contribución a la tasa de inflación anual de la zona euro provino de alimentos, alcohol y tabaco, que subieron 2,94 puntos porcentuales, seguido de energía (+2,17), servicios (+1,80 y bienes industriales no energéticos (+1,73). Con estos datos, el Índice de Precios de Consumo (IPC) de la eurozona acumula tres meses consecutivos a la baja, colocándose en su nivel más bajo desde junio de 2022.
Por países, en comparación con diciembre, la inflación anual cayó en dieciocho Estados miembros y aumentó en nueve. Las tasas anuales más bajas se registraron en Luxemburgo (5,8%), España (5,9%), Chipre y Malta (ambos con un 6,8%). Por contra, las tasas más altas tuvieron lugar en Hungría (26,2%), Letonia (21,4%) y Chequia (19,1%).