En toda la UE, la inflación también se moderó una décima, hasta el 2,5%. El aumento se atribuye principalmente a los servicios, seguidos de los alimentos, el alcohol y el tabaco y los bienes industriales no energéticos, mientras que los precios de la energía disminuyeron. En particular, los servicios se encarecieron en el décimo mes del año un 3,4%, dos décimas más, los bienes industriales no energéticos subieron un 0,6%, dos décimas menos, y el coste de los alimentos, el alcohol y el tabaco aumentó un 2,5%, cinco décimas por debajo. Los alimentos frescos moderaron su precio al 3,2% desde el alza del 4,7% del mes previo.
La energía, por su parte, se mantuvo a la baja y su precio se abarató un 0,9% en comparación con la disminución del 0,4% del mes anterior.
Respecto a la inflación subyacente, es decir, excluyendo la energía y los alimentos, el alcohol y el tabaco, se mantuvo en el 2,4%.
Por países, la inflación disminuyó en quince, se mantuvo estable en tres y aumentó en nueve. Así, las tasas anuales más bajas se registraron en Chipre (0,2%), Francia (0,8%) e Italia (1,3%). Por el contrario, las tasas anuales más altas se dieron en Rumanía (8,4%), Estonia (4,5%) y Letonia (4,3%).

