Supone la primera vez que el dato supera el objetivo del Banco Central Europeo (BCE) desde abril.
Entre los principales componentes, los alimentos, el alcohol y el tabaco se encarecieron un 3,2%, frente al 3,3% en julio, los servicios subieron un 3,1%, en comparación con el 3,2% del mes anterior, y el coste de los bienes industriales no energéticos aumentó un 0,8%, estable en comparación con julio.
Mientras, el precio de la energía se abarató un 1,9%, en comparación con la bajada del 2,4% registrada en el mes previo.
Por países, las mayores tasas de inflación se dieron en Estonia (6,2%), Croacia (4,6%) y Eslovaquia (4,4%). Por el contrario, Chipre registró la única bajada de precios (-0,1%).
Además, entre las principales economías de la zona euro, la inflación se aceleró tres décimas en Alemania, hasta el 2,1%, se redujo una décimas en Francia, hasta el 0,8% y se mantuvo en el 2,7% en España y en el 1,7% en Italia. En cuanto a la tasa de inflación subyacente, que excluye los precios de la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, se mantuvo en el 2,3% interanual en agosto, también superando la previsión.
En sus últimas proyecciones macroeconómicas, publicadas en junio, el BCE rebajó en tres décimas su previsión de inflación tanto para 2025 como para 2026. Así, estima que la tasa se situará en el 2% y el 1,6%, respectivamente. Para la tasa de inflación subyacente calculan que se situará en un promedio del 2,4% en 2025 y del 1,9% en 2026, prácticamente sin cambios desde sus anteriores proyecciones de marzo.
El BCE se reunirá nuevamente el próximo 11 de septiembre y las previsiones anticipan mayoritariamente que no habrá cambios en los tipos de interés, después de que el pasado 24 de julio, el organismo decidiera pausar los recortes dejándolos en el 2%.