A favor de la apuesta nuclear se ha mostrado sin dudas Francia, en contra países como Alemania. En el caso de Italia, hace años que cerró sus reactores. En España, por el momento, el debate plantea llevar a cabo el plan de cierre aprobado en 2019 o revertirlo en los próximos meses. Hacía ocho años que el gobierno comunitario no se preocupaba del escenario nuclear. Ahora, en pleno debate sobre el futuro y papel de la energía nuclear en un una Europa descarbonizada, la UE quieren conocer las necesidades de inversión que se pueden plantear a medio plazo.
Por ello ha iniciado un proceso para actualizar su Programa Nuclear Ilustrativo Comunitario (PNIEC) antes de que concluya este año. El objetivo es conocer todas las inversiones en marcha o previstas en torno a la energía nuclear y las necesidades que todo este proceso pueda generar.
Hasta el próximo 12 de mayo se recabarán opiniones de los distintos países miembros en torno al ciclo de vida de las centrales y se identificarán las necesidades y tendencias, así como el desafío que puede suponer la inversión en este sector. Se busca detallar las necesidades de inversión que generen la construcción de nuevas centrales en Europa o la decisión de prolongar el uso de las instalaciones que ya existen.
En el conjunto de la los 27 actualmente están operativas 80 centrales nucleares. Además, se están construyendo dos y se han planificado a medio plazo seis más. Las propuestas a más largo plazo dibujan un escenario con otras 27 centrales en la UE. Sin duda es Francia la gran central nuclear que tira del sector. Actualmente el país galo cuenta con 56 reactores y otro en construcción. Además, en sus planes a futuro se llega a contemplar media docena de reactores más. Francia es tras Estados Unidos -con 96 centrales nucleares- el país con más centrales del mundo.
El trabajo de actualización sobre las necesidades de una posible reactivación del mercado nuclear en la UE también incluye un estudio sobre las necesidades de desarrollo e inversiones que pueda requerir la gestión del uranio y residuos radiactivos por un lado y la necesidad de asegurar un suministro robusto de combustible para las centrales de la UE. En el trabajo de actualización nuclear que ha puesto en marcha el Gobierno comunitario también se señala la necesidad de tener una visión de las nuevas tecnologías innovadoras en el ámbito nuclear, como es la apuesta por pequeños reactores modulares, el SMR y la fusión, para su posible implantación y desarrollo en la UE.
Actualmente son 14 los países de los 27 que cuentan con instalaciones nucleares. Entre todas ellas abastecen al 26% de la demanda energética de toda la Unión, con Francia como principal proveedora, con el 52% del total de energía nuclear suministrada. Sólo en España, el peso de la energía nuclear en el ‘mix energético’ alcanzó el año pasado casi el 20%, con un aporte de 52.055,26 GWh netos.
Cada vez más, la energía nuclear está ganando partidarios para su continuidad como una energía necesaria para hacer viable el proceso de descarbonización en Europa. Las dudas radican en el riesgo que supondría su desaparición ya que se teme la incapacidad de las energías renovables para satisfacer el peso en el ‘mix’ que ahora cubren los reactores.
Además de los 7 reactores de España y los 56 de Francia, entre los 27 se incluyen países como Chequia, con 6 centrales; Suecia con 6; Bélgica, Finlandia y Eslovaquia con 5; Hungría con 4; Bulgaria y Rumanía con 2 y Eslovenia y Holanda con una cada una. Además, Francia y Eslovaquia tienen una central en construcción cada una.