Así lo refleja el último índice de gestores de compras o índice PMI que elabora Hamburg Commercial Bank (HCOB), que sitúa el crecimiento de la economía de la eurozona en 50,4 puntos, por encima del nivel de ausencia de cambios de 50 y de los 50,1 enteros que anticipaba el consenso. Con todo, este dato muestra una caída sensible respecto a los 50,9 puntos registrados el pasado mes de marzo, por lo que la expansión fue «marginal».
Según HCOB, la reactivación de abril estuvo respaldada casi en su totalidad por el sector manufacturero, donde la producción aumentó a su ritmo más rápido desde marzo de 2022. En comparación, la actividad en el sector servicios casi se estancó tras cuatro meses de leve expansión. La firma germana destaca que el período prolongado de debilidad de la demanda limitó el crecimiento económico en la zona euro. Así, los nuevos pedidos recibidos no solo cayeron por undécimo mes consecutivo en abril, sino que lo hicieron a un ritmo ligeramente superior. Tanto los fabricantes como las empresas de servicios registraron una disminución de las ventas en el último período de la encuesta. Además, los clientes de los mercados de exportación fueron en parte responsables de la contracción, aunque el ritmo de declive de los nuevos pedidos procedentes del extranjero fue el menos pronunciado en casi tres años.
Por otro lado, la reducción sostenida del volumen de nuevos pedidos implicó que la responsabilidad recayera «firmemente» en los pedidos pendientes de realización para sostener los niveles de actividad. En consecuencia, los pedidos pendientes disminuyeron a principios del segundo trimestre, extendiendo una tendencia intermensual que se ha observado ininterrumpidamente durante poco más de dos años.
Por su parte, el empleo en el sector privado de la zona euro volvió a aumentar en abril. Sin embargo, apenas se observó una expansión de la fuerza laboral en el sector servicios, ya que en el sector manufacturero se registraron recortes de empleo por vigésimo tercer mes consecutivo. El ritmo de crecimiento del empleo en general fue marginal.
El aumento de la actividad de contratación se produjo a pesar de una considerable caída de la confianza empresarial. Las expectativas de la actividad para los próximos doce meses fueron las más débiles en dieciocho meses, lo que refleja una menor confianza tanto de los fabricantes como de las empresas de servicios.
En cuanto a los precios, los datos de la encuesta de abril mostraron tasas de inflación más moderadas en la zona euro. La presión de los costes de los insumos se redujo hasta su nivel más bajo en cinco meses, mientras que los precios cobrados registraron el aumento más lento en lo que va de año hasta la fecha.
Por países, el índice PMI compuesto muestra unos datos no demasiado esperanzadores, pese a que la mayoría de los países observados se mantuvieron en territorio de expansión. Francia (47,8) se contrajo por octavo mes consecutivo y alcanzó su mínima de los últimos dos meses, mientras que Alemania (50,1 puntos) cayó a su nivel más bajo de los últimos cuatro.
Por la contra, Irlanda (54) indicó el mayor aumento de la actividad, pero la expansión se ralentizó en abril. A su vez, Italia _(52,1) reveló el aumento más rápido en once meses, pero quedó por detrás de la reactivación de España (52,5), a pesar de que el crecimiento en este país se ralentizó hasta su mínima de quince meses.
HCOB también ha publicado hoy el índice PMI del sector servicios de abril, que refleja un «estancamiento casi total» del sector al caer desde los 51 puntos en marzo a los 50,1 enteros en abril. El volumen de nuevos pedidos cayó por tercer mes consecutivo en abril. El ritmo de declive de los nuevos pedidos fue el más rápido desde noviembre de 2024, aunque fue leve en general. También se registró una reducción marginal de los nuevos pedidos de exportación.
Las empresas de servicios de la zona euro siguieron haciendo más avances en sus pedidos por completar durante el último período de la encuesta, extendiendo la tendencia de reducción a exactamente un año. No obstante, a pesar de los informes de menor presión en la capacidad, el empleo aumentó a un ritmo moderado.
Los costes de los insumos aumentaron a un ritmo pronunciado en abril, aunque la tasa de inflación se moderó hasta su mínima de cinco meses. Mientras tanto, los precios cobrados por los servicios de la zona euro aumentaron al ritmo más débil desde octubre de 2024.
Por último, se produjo un nuevo deterioro de la confianza empresarial, marcando el cuarto mes consecutivo de descenso de las expectativas. El nivel de positividad cayó hasta su nivel más bajo en casi dos años y medio.