El ajuste, que compromete al 21,39% de su red, tendrá lugar el próximo junio al tiempo que ajustará horarios y personal en otras. Sus planes incluyen también reducir el horario en 36 sucursales y modificar el sistema de efectuar transacciones en otras 18, que pasarán a ser operadas por el sistema «counter free» (oficinas con menos empleados y más servicios digitales).
A su término, el banco dispondrá de 349 sucursales y cinco ‘cafeterías de trabajo’ «Al cambiar el comportamiento de los clientes, nos estamos asegurando de que nuestras sucursales continúan siendo adecuadas cara al futuro», señaló un portavoz del Santander UK.
Desde el banco admitieron que «cerrar una sucursal es siempre una decisión muy difícil e invertimos muchísimo tiempo evaluando dónde y cuándo lo haremos y cómo minimizamos el impacto que esto podría tener en nuestros clientes».
Los ajustes llegan después de la publicación de informaciones a principios del año que desvelaban que sopesaba vender la filial. Ana Botín, presidenta del grupo, descartó la salida del Reino Unido poco después, asegurando que es un mercado clave para el Santander y «seguirá siéndolo» en el futuro.
«Financial Times» había publicado que el Santander estaría explorando una serie de opciones estratégicas, entre las cuales figura su salida del mercado británico, sin que por el momento haya un acuerdo o anuncio inminente sobre esta cuestión. El contexto es desafiante en el mercado por razones regulatorias y judiciales. Santander tuvo que provisionar 350 millones de euros (295 millones de libras) para atender potenciales costes ligados al crédito para coches vinculados a una investigación que abarca al sector bancario sobre las comisiones de financiación de automóviles.
Santander opera en el Reino Unido como el quinto banco en tamaño por activos. Su negocio supone cerca del 9% del beneficio del grupo, pese a la fuerte reducción que experimentó como consecuencia de la citada provisión -en 2021 construía un 21% de la cuenta-.