Pese a reducir parcialmente el interés ofrecido en esta emisión de letras, los altos niveles de rentabilidad han mantenido el apetito inversor de los mercados por los títulos españoles. La demanda conjunta de ambas referencias ha llegado a duplicar lo adjudicado, con unas solicitudes de 4.917,88 millones de euros. En concreto, el Tesoro ha colocado 398,88 millones de euros en letras a tres meses, frente a una demanda de 1.643,98 millones de euros, y ha ofrecido una rentabilidad marginal del 3,620%, por encima del 3,580% anterior y alcanzando su valor más elevado desde noviembre de 2011.En la subasta de letras a nueve meses, el organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos ha adjudicado 1.343,09 millones de euros, con unas peticiones de 3.273,9 millones por parte de los inversores, y el interés marginal se ha colocado en el 3,510%, por debajo del 3,705% anterior.
Tras esta subasta, el Tesoro cerrará las emisiones del año, ya que la prevista para el 14 de diciembre se ha cancelado.
La subasta se produce en un momento en el que los hogares y las instituciones privadas sin fines de lucro al servicio de los hogares (Isflsh) han pasado de tener 99 millones de euros en letras del Tesoro en septiembre de 2022 a 21.352 millones en septiembre del 2023, convirtiéndose por segundo mes consecutivo en los mayores tenedores de este tipo de deuda a corto plazo. Según los últimos datos publicados por el Banco de España, la alta rentabilidad de los valores a corto plazo ha tenido un efecto muy considerable en la distribución y las tenencias de las letras del Tesoro, donde los hogares e instituciones no financieras han incrementado notablemente su participación en el último año, pasando de una cuota del 0,1% en septiembre de 2022 a casi el 30% en septiembre de 2023.
Tras elevar su tenencia un 5% respecto al mes anterior, los hogares se sitúan por segunda vez en la historia como el mayor tenedor de letras del Tesoro español, por delante de los inversores extranjeros (18.704 millones), de las administraciones públicas (3.732 millones), las sociedades no financieras (6.426 millones), las instituciones financieras monetarias (11.054 millones) y los fondos del mercado monetario y otros intermediarios financieros (10.217 millones)..
Y es que, los inversores particulares están mostrando gran interés por la compra de deuda, principalmente a corto plazo, dada su alta rentabilidad, que ha ido creciendo desde inicios de 2022, especialmente en el caso de las letras a más corto plazo.