Ejemplos tenemos abundantes y sin ir muy lejos, nadie le podía anunciar a Mazón el lio de la Dana y las consecuencias de sus errores y nadie pensaba en la defensa de Europa y sus consecuencias económicas para el viejo continente en fin de año. Pero la vida y por tanto la política son así y en estos momentos el líder valenciano se enfrenta a una situación casi insostenible y el socialista al peor sudoku de su ya larga carrera de enigmas sin resolver.
Dejando a un lado el caso Mazón que él y su partido deberán resolver como y cuando entiendan que es el momento, el señorito de la Moncloa está en uno de esos momentos en los que no sabe qué hacer, ni que decir, porque lo que diga o haga provocara rechazos importantes para su devenir político.
De momento, toda la gestión del tema está siendo uno de esos caos en los que últimamente se meten los socialistas por uno de sus innumerables errores que, además se van acumulando, como es gobernar con una coalición llamada progresista que es todo menos eso.
Sus socios son el fiel reflejo de la inmadurez propia de la infancia ya que sus actuaciones son fruto del capricho y la tontería, y cuando no se les da la razón responden con una rabieta. Pero de ello, tiene la culpa el propio Sánchez que fue quien les engaño y les metió en la “coalición”. Todas esas rabietas desembocan en el actual caos político en el que nadie gobierna y todos van a remolque de lo que diga nada menos que un prófugo de la justicia desde su refugio belga.
De todo ello se quiere echar la culpa a Feijoo, como si él fuese principio y origen de todos los males, cuando en realidad el monstruo es el mismo invento sanchista, pero ahora bien, si con una nueva artimaña se ocultan los conflictos internos entre los socios de coalición estamos ante el mayor error estratégico del actual equipo de Moncloa ya que el comportamiento de los bloques que conforman la alianza frankestein es tradicionalmente distinto al que pretende el señorito, no así los intereses de los dos grandes partidos que en casos como el de la defensa suelen pensar lo mismo.
En unos días veremos escenificados los pensamientos de unos y otros, y salvo error u omisión solo el apoyo del PP puede ayudar a Sánchez a cumplir con su compromiso de defensa