Sánchez y Núñez Feijóo volvieron a medirse este martes en un cara a cara en el Senado. El desencuentro es obviamente natural ya que las circunstancias políticas le han dado ese nuevo valor al Senado, pero ello conlleva un abuso posicional y de tiempo en favor del presidente, el abre y cierra y el reloj no cuenta en su contra. Y aunque todo va a su favor esta vez el patinazo ha sido monumental.
Ni tan siquiera los medios “afines” le defienden. Y es que como algunos señalan el líder de la oposición golpeo al presidente del Gobierno por la ley del ‘sólo sí es sí’, que el PSOE quiere reformar ahora tras más de 330 rebajas de penas a agresores sexuales, con la oposición de su socio de Gobierno. Feijóo volvio a ofrecer a Sánchez los votos del PP, pero le ha reprochado que cambie su postura ahora por miedo a las encuestas, y no por convicción.
Sánchez, a su vez, denunciaba un «plan» de la derecha para desmantelar los servicios públicos y presumiendo de gestión económica, que Feijóo desmontaba en sus turnos de réplica y la cara de la vicepresidenta Calviño dejaba evidencia del vapuleo
Así las cosas, es probable que Sánchez se replantee la necesidad o no de estos duelos porque a pesar de contar con el triple de tiempo que el líder del Partido Popular para contar todo tipo de milongas, esta ya no funcionan y el resultado puede ser el contrario del deseado por los estrategas de Moncloa. Sobre todo porque los datos negativos de una economía encamada y con fiebre pueden facilitar las críticas de la oposición y eso con unas elecciones a cuatro meses vista es lo único que no puede hacer el secretario general de los socialistas, porque los resultados le salpicarían y le arrastrarían a una crisis de gobierno que destrozaría, a su vez, los deseos de renovar mandato en La Moncloa.
Y mientras Podemos sin dar su brazo a torcer con la famosa ley de marras y los condenados saliendo a la calle y viendo como sus penas se reducen.