El hecho en si no tiene más trascendencia que un simple análisis económico según el cual la empresa se puede ahorrar unos cuarenta millones, además de contar con la seguridad jurídica con la que hasta el mas tonto desearía trabajar para evitar problemas y sustos fiscales de ultima hora como empieza a ser tradicional con este Gobierno.
Pero el ejemplo, de cundir, puede hacer mucho daño a los socialistas que pueden ver como las grandes empresas abandonan el territorio nacional, hartas de tantas presiones gubernamentales como sufren hoy en día, adema de soportar una política errática por lo que nunca sabes que puede pasar mañana y si pasado la ministra de turno se ha levantado con las del “veri” y te ha subido el salario mínimo o cualquier otro coste.
Si otras cuantas grandes toman esta misma decisión y ello se suma a la crisis de empleo que va a suponer la desaparición de miles de autónomos el Gobierno lo va a tener crudo, pero que muy crudo, por no decir que puede ser la ruina de todas sus previsiones.
En este contexto, el lugar de negociar con los empresarios y buscar caminos de solución el equipo de Sánchez solo sabe criticar y destruir los lazos, los débiles puntos de conexión con los empresarios de modo y manera que cada día sea mas difícil plantearse crear una empresa, por muy claro que el emprendedor de turno lo tenga.
Ni pensar quiero en la posibilidad de que los fondos europeos se esfumen eso seria ya el inicio de una catástrofe económica de impredecibles consecuencias,