Esa fue, probablemente la intención de Tamames con su intervención en la moción de censura y quizá también haya sido la de Guerra al pasar revista, en una larga entrevistas, a los aconteceres de la vida política nacional. En ese ambiente relajado y con el lenguaje que le caracteriza el exvicepresidente del Gobierno ha situado entre los momentos más complicados del PSOE en su historia la decisión de estar, junto a UGT, en el Consejo de Estado durante la dictadura de Primo de Rivera, su comportamiento «extraño» en la revolución de octubre de 1934 y sus alianzas actuales con «sectores que no representan» al socialismo», sin referirse a nadie expresamente. Guerra ha reconocido que la formación socialista ha pasado episodios «muy complicados» a lo largo de su existencia, empezando por la «persecución» contra su fundador, Pablo Iglesias, que estuvo «solo» en el Parlamento y «le acusaban de asesino».
Dicho esto, el exdirigente ha enumerado entre los mayores «errores» del PSOE haber, primero, participado en la dictadura de Miguel Primo de Rivera en el Consejo de Estado junto a su sindicato, UGT. Segundo, haber tenido un «comportamiento extraño», y no sabe si «errático», en la revolución de octubre de 1934, durante la Segunda República. Y, en tercer lugar y en la actualidad, ha apuntado a «aliarse con sectores que no representan lo que el PSOE es».
«El PSOE es un partido socialista, pero que fundamenta sus raíces en la libertad y en la igualdad. Esa alianza coloca al PSOE en otro ámbito del que tiene que volver al propio, que es un liberalismo que es propio del socialismo. El socialismo tiene como divisas la libertad y la igualdad. En cuanto una de las dos cosas no funcione, el socialismo digamos que descarrila», ha sostenido.
Guerra ha señalado que la España en la que cree es «la de la Constitución» y para él el problema es que muchos de los miembros de hoy día del Congreso no solo «no creen» sino que son «enemigos» que quieren «derribarla», y ha hecho especial hincapié en su disconformidad con los socios parlamentarios del Gobierno de Pedro Sánchez, diciendo que vienen a Madrid a destruir el régimen del 78.
A la pregunta de quién quiere que gane las elecciones, el que fue ‘número dos’ del Gobierno con Felipe González ha expresado su apoyo para las elecciones por el partido que defienda la Constitución. «Si el PSOE solo hiciera una campaña en contra de la Constitución, no estaría contento con su triunfo», ha expresado.
Por otra parte, ha expresado que le parece «equivocada» la estrategia del PSOE de primero confiar en el «hundimiento» de Podemos para gobernar solos y que ahora apuesten por Sumar, el proyecto de la vicepresidenta Yolanda Díaz, para repetir la coalición después de las generales. Y ha asegurado que «alabado sea Dios» si se descalabra la formación morada.
En otro momento ha señalado que «la política en este momento vive en un Parlamento fragmentado», que a su juicio «es infinitamente peor que aquel que todo el mundo denostaba, que era el del bipartidismo».
Pero para Guerra, el Partido Popular de Núñez Feijóo «también se equivoca». «Lo apuesta todo al hundimiento electoral del PSOE, y ese hundimiento no se está produciendo. Se está manteniendo por debajo, según los sondeos, pero manteniendo», ha manifestado. Para Guerra ambos partidos, PSOE y PP, están dejando que la estrategia «la marquen otros» y eso «es un grave error para el país»,.