La bodega, que abrió sus puertas al público el pasado 28 de junio, cuenta con más de diez hectáreas de cepas de variedades autóctonas y otras foráneas que se adaptan a la perfección al clima mediterráneo del enclave. En este sentido, la familia Vidal Balaguer ya produce cuatro grandes vinos, respaldados por el enólogo Antoine Medeville. Además, también atesoran una rica tradición oleica; desde el siglo XIX tienen un olivar donde la alfafarenca, la aceituna más representativa de la comarca es la reina, y cuentan con su propia almazara, equipada con maquinaria de última generación para lograr dos AOVE de una calidad excepcional. En este contexto, ya a partir de este mes se llevarán a cabo dos visitas diarias, de miércoles a domingo, en las que se catarán los vinos y aceites y se explicará la historia y el proceso de elaboración de los mismos. A partir del 1 de agosto y solo para los paladares más exquisitos, se ofertará una visita gastronómica, en la que se conocerán las parcelas, viñas y sala de cubas y barricas, con un maridaje especial elaborado por el chef, Martínez, que ha formado parte en cocinas como El Bulli, Casa Pepa, Peix i Brase o Arzak.
Se incluirá en la visita una cata de las 4 etiquetas de Masos, así como de sus aceites. La bodega contará con una tienda y un espacio para disfrutar del entorno y pasar un rato agradable degustando los vinos y aceites.
La bodega contará también en un futuro con su propio restaurante, Ca Marieta, que estará ubicado en la Masía Mas de la Mona, a un kilómetro de distancia de la bodega, que albergará un alojamiento rural 5 estrellas. Aquí, el cocinero Martínez, reinterpretará la riqueza ingente del recetario alicantino con algunos guiños a la alta cocina contemporánea.
La familia Vidal Balaguer asienta sus raíces hace ya siete generaciones en la pequeña población de Benimantell (Alicante), que pertenece a la comarca de la Marina Baixa y se sitúa en pleno Valle de Guadalest, un paraje de exquisita belleza entre las sierras de Aitana, Serrella y Xortá. Esta zona contaba con una importante tradición vitivinícola a la que puso freno, a comienzos del pasado siglo, la irrupción de la filoxera. Argelia, Argentina y Nueva York fueron los principales lugares elegidos para emigrar. A la isla de Ellis, precisamente, llegó José Balaguer, que pudo regresar a su pueblo en mejores condiciones, y tras casarse, inauguró una fonda muy exitosa, Mas de Molí, por la que pasaron numerosos intelectuales alicantinos de principios de siglo XX, como el escritor Gabriel Miró, el compositor Oscar Esplá, el pintor Emilio Varela, el economista Germán Bernácer o el arquitecto Juan Vidal.
Tras muchos años sin el cultivo de la vid en el valle, la familia trabajó plantando en 2019, en Mas de la Mona, 5,5 hectáreas de variedades autóctonas, (Monastrell y Garnacha Tintorera – Alicante Bouschet), y foráneas (Cabernet Sauvignon, Syrah, Petit Verdot y Chardonnay). En febrero de 2023 ampliaron unas cinco hectáreas más en Mas de Ondara, finca donde está la bodega. Y a las anteriores, se sumaron cepas de Viognier y Tempranillo como experimentales. La bodega, por su parte, cuenta con una extensión de casi 400 hectáreas y con una masía de más de 800 años de antigüedad, con capilla propia. De hecho, aparece inscrito el cultivo de vides y propiedad en el libro de repartimiento del Rey Jaime I de 1237. En la ambiciosa remodelación del edificio se ha respetado al máximo la estructura tradicional. La masía contaba con una sala de elaboración del vino, un lagar (cup) y una prensa tradicional. Se ha reacondicionado la sala de barricas para el envejecimiento del vino, y se ha incorporado un espacio de catas diseñado por la interiorista Alejandra Pombo en la planta baja de la bodega. La sala de cubas aúna tradición, técnica y modernidad para crear vinos a su medida. Las cubas, de 20 HL, permiten un control total de la temperatura que resulta clave para la elaboración de vinos de calidad. Dispone de dos fachadas acristaladas que ofrecen una visión panorámica del valle.
El terroir excepcional donde se encuentran las fincas, el clima y la sabia mano del equipo han permitido la concepción de cuatro vinos de enorme expresividad. El primero en ver la luz fue Albor de Masos, un coupage de Monastrell, Alicante Y Cabernet Sauvignon que envejece en barrica de roble francés durante 10 meses y redondea otros 12 meses en botella. De entrada intensa y carnosa, ofrece aromas a frutas negras silvestres, sotobosque, regaliz y matices balsámicos mediterráneos. El más gastronómico, puro homenaje a la familia, es Vidal Balaguer, un tinto que reposa 18 meses en barrica de roble francés, más otros 15 en botella, para lograr una gran expresión. Fruto de la unión del mosto de uvas Monastrell, Syrah, Petit Verdot y Alicante, presenta aromas a frutos negros en sazón, balsámicos, esencias de plantas aromáticas y un toque a chocolate negro. Amplio y generoso de entrada, es envolvente y elegante. Mas de la Mona es el blanco que hace un guiño a una de las fincas más queridas de la familia, donde crece, precisamente, la Chardonnay con la que se elabora. De color amarillo con reflejos alimonados, muestra una entrada sedosa con mucho volumen, y un aroma con notas tropicales y a fruta blanca con hueso. Por su parte, Penya del Castellet es el rosado, un 100 % Monastrell que toma su nombre de un viejo alije árabe de la zona. Se vinifica lentamente, para sublimar sus aromas florales y frescos. La familia también continúa su legado aceitero y crea dos AOVES gourmet en la almazara de Mas del Clot: Oli del Clot, un coupage suave no exento de personalidad, y Oro de MASOS, 100 % alfafarenca, un zumo de aceituna más potente.