Y es que gran parte de sus actuaciones “políticamente mafiosas” con obligar al fiscal general a “arruinar” al novio de Diaz Ayuso le puede pasar una factura de tal calado que le lleve al matadero político. Como todo el mundo piensa Sánchez no puede dejar caer a alguien que se ha desempeñado como un leal colaborador desde que fue designado. De hecho, pudo no renovarlo al comienzo de la legislatura, en noviembre de 2023, pero lo renovó. Además, en contra del criterio del CGPJ que no lo consideraba idóneo para el cargo.
El estigma con el que va a cargar García Ortiz es la consecuencia de un nuevo intento del presidente de acabar con la presidenta madrileña, pero que le puede costar muy caro al fiscal si cualquiera de los periodistas a los que se filtro el famoso correo declara ante el juez quien se lo envió, porque ese momento García Ortiz esta liquidado.
Pero Sánchez , en este caso, en esta obsesión es insaciable y como se recuerda ayer mismo volvió a la carga contra Ayuso en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, como acostumbra a hacer casi cada miércoles. Habló de «la corrupción de la señora Ayuso». Y un día antes, también como casi cada martes, el Gobierno utilizó la sala de prensa de la Moncloa para hacer oposición a Ayuso. En ese caso, por boca de la ministra de Vivienda.
Algunos medios han elaborado incluso un listado con los intentos de Sanchez por deshacerse de Diaz Ayuso que se resumen en los siguientes hitos
• A comienzos de 2021, Sánchez intentó embarcar a la entonces líder de Cs, Inés Arrimadas, en una moción de censura contra Ayuso. Ella reaccionó con un adelanto electoral que fue la tumba del PSOE de Madrid y de Pablo Iglesias.
• Después trataron de hacerla caer por las muertes en las residencias de la Comunidad de Madrid por el coronavirus. Hasta la fecha, los juzgados madrileños han archivado 25 querellas de la oposición y de familiares de víctimas contra el Gobierno madrileño, al no haber quedado acreditado delito alguno en los protocolos de derivación de pacientes a los hospitales.
• En el otoño de 2022, la izquierda aprovechó un conflicto laboral entre la Consejería de Sanidad y los sindicatos del ramo —con convocatoria de huelga indefinida incluida— para desatar una nueva marea blanca contra Ayuso. Con Sánchez y sus ministros al frente. Meses después, la presidenta madrileña fue reelegida con mayoría absoluta.
• En estos años, Sánchez también ha probado suerte con el hermano de Ayuso. Pero tanto la Fiscalía Anticorrupción como la Fiscalía Europea archivaron sendas investigaciones. Y a los socialistas la jugada acabó volviéndoseles en contra: la investigación a Ábalos y su camarilla partió de una denuncia que el PP de Madrid presentó en Anticorrupción para que investigara 13 contratos adjudicados por el Ejecutivo de Sánchez durante la pandemia, por valor de 326 millones de euros. Según los de Ayuso, a siete empresas supuestamente relacionadas con el PSOE. Entre ellas, en la denuncia figuraba Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas, proveedor de cabecera del Ministerio de Transportes de Ábalos.
• Como también se les ha vuelto en contra el caso de un fraude fiscal reconocido por su propio autor —el novio de Ayuso— que el Gobierno trató de convertir en la bala de plata contra la presidenta madrileña. «Y el Fiscal General del Estado, también va pa’lante», respondió ella este miércoles a la noticia de la imputación de García Ortiz.
En definitiva, alguien debería decirle al ocupante de la Moncloa que mas le valdría olvidarse de la señora Ayuso y dedicarse a gobernar.