El cumulo de despropósitos llevados a cabo por su círculo mas intimo y casi seguro con conocimiento del propio don Pedro. puesto que de otra manera resulta incomprensible, no tiene parangón en ninguna democracia.
Sus coros desgarra mantas pueden hacer todo tipo de loas y cantos de las bondades del señorito pero la realidad es tan cruda, que deja muy poco espacio de maniobra a la actividad política, al quehacer diario de un gobernante que tiene que enfrentarse con propios y extraños con el temor de que le saquen los colores y ledejen en el ridículo mas espantoso.
De ahí que se niegue no solo al contacto con los ciudadanos, de los que claramente huye y evita con la distancia, sino que además no celebra ruedas de prensa con preguntas porque, tarde o temprano tendría que contestar a algo de lo que no quiere ni oír hablar. Y por supuesto, las sesiones parlamentarias de control al Gobierno son las menos posibles y su táctica, ya la conocemos, no contestar y responder con evasivas de todo tipo sin mencionar ninguno de los sucesos en manos de la Justicia.
Sin embargo en este interregno se sospecha que la solución que desde sus fontaneros han sugerido y podría estar ya en marcha es una nueva ley que hiciese desaparecer como por ensalmo los procedimientos en marcha contra todo su entorno.
De don Pedro se puede esperar uno cualquier cosa y los engaños que ha fabricado para sortear a la oposición son tan abundantes que seria posible editar un espléndido catalogo con ellos. Así que nadie se extrañe si en pocas semanas nos topamos con la sorpresa de una ley coladero por la que se escurran su señor, su hermano, su ex asesor y compañeros de trapicheos, y claro está el mismísimo fiscal general de marras.
Peores cosas se han visto y hay llega un momento que todo lo que te cuentan parece posible de convertirse en realidad. Así que esperemos a que avancen los acontecimientos y veamos si la sospecha se convierte en triste realidad