Para algunos están son unas elecciones decisivas para el futuro de Cataluña y de la Legislatura de Sánchez. Así que en pocas horas finalizara la carrera por el voto con la sensación según todos los expertos de que Junts encabeza la lista de los más satisfechos con el resultado de su estrategia de campaña.
Tras cuarenta y ocho horas de espera sabremos si estas premoniciones eran correctas o simplemente se trata de otro engaño. mas de los expertos politólogos que ante un continuo enfrentamiento entre lideres y posibles vencedores, un continuo ir y venir de teóricas opciones y pactos, que para el hombre de la calle todo suena un poco a tomadura de pelo.
Todos insisten en que el candidato de Sánchez será el ganador, pero eso no quiere decir que vaya a poder gobernar y es que con tantos partidos y corpúsculos la dispersión del voto convierte en locura alcanzar una mayoría suficiente para poder gobernar y dentro de setenta y dos horas podemos contemplar la peor batalla política de la historia de Cataluña con grupos y grupitos a la greña tratando de llegar a acuerdos en base a unos programas que desde el mismo momento en que se cierren los colegios electorales serán tirados a la papelera de cada una de las sedes porque habrán perdido todo el sentido y no servirán nada mas que para complicar la vida de los lideres que deberán negar lo prometido y trapichear con las ofertas de unos y otros hasta alcanzar el objetivo único de esta clase política, desvergonzada y pesetera, que solo quiere medrar social y económicamente.
Ojala no tenga razón y las cosas vuelvan al ser natural de la política: la defensa de los mas débiles y el bien común, pero eso, en estos momentos y ante una política enfangada por Sánchez para tratar de salvar a su señora del escándalo, es hablar de frivolidades.