«Tenemos que pensar en sentar sistemas que cumplan su objetivo sin ahogar a las empresas con cargas innecesarias», argumentó este lunes la presidenta de Unespa, del Valle, que demandó además mayores ventajas fiscales para promover el ahorro a largo plazo y ayudar, por derivada, a las inversiones estratégicas que necesita el Viejo Continente.
Durante su intervención en el «III Foro Asegurador: Transformación en el sector asegurador «Retos y oportunidades», organizado por elEconomista.es, reivindicó que el sector asegurador juega el rol social de ser una red de protección para «casi todas las actividades de la vida económica y social» y para todos los retos emergentes como son los eventos climáticos, la longevidad, la movilidad o la digitalización, pero denunció que esta realidad «más tarde o más temprano cristalizan en una norma».
Al respecto compartió que en la última década las aseguradoras han visto como «el número de normas que afectan al seguro se ha multiplicado por seis», además de tener que realizar reportes a múltiples supervisores y presentar al consumidor un volumen tan alto de información que confunde. «Hemos ido incorporando a través de sucesivas normas, segmentos de información que tenemos que dar a nuestro cliente antes de formalizar un contrato y al final lo que hemos hecho es abrumarle con una carga de información que muchas veces no le ayuda a tomar una decisión informada», expuso.
Frente a esta realidad, del Valle calificó de «buenísimas noticia» que la Unión Europea haya puesto la simplificación normativa entre sus objetivos para mejorar la competitividad de las compañías con la intención de reducir un 25% sus cargas -el 35% para las pymes-, pero pidió que se vaya más allá. De un lado reclamó que se aplique a proyectos actualmente en tramitación la estrategia para el inversor minorista, que persigue atraer a los inversores a los mercados de capitales y «que añade muchas escalas de información a esa información precontractual que hay que dar al cliente».
Por otro lado, demandó que se extienda a todo el proceso de trasposición de normativa europea justo en puertas, por ejemplo, de la revisión de Solvencia II, en la trasposición de la directiva de los planes de recuperación y resolución. «Tenemos que pensar en sentar sistemas que cumplan su objetivo sin ahogar a las empresas en cargas innecesarias», avisó.
A su juicio la normativa nacional «tiene que seguir ese mismo camino» eliminando los elementos adicionales que, a veces, se introducen al trasponer directivas y «aprovechar también para revisar determinadas normas». Al respecto apuntó que la ley de contratos es de 1980 y «la tenemos que hacer pasar por ese tamiz también de la simplificación de la competitividad, de la innovación».
Durante su intervención, la presidenta de Unespa valoró por otro lado positivamente los pasos que está dando Europa para promover el ahorro y que ayude a financiar los grandes retos de transición digital y sostenible y en materia de defensa. El informe Draghi estima en 800.000 millones de euros las inversiones anuales necesarias para acometerlos, y para conseguirlo expuso que «es necesario una colaboración público-privada». «No solo los Estados miembros, sino también los inversores institucionales tienen que participar en este proceso y la antesala de esa inversión es el ahorro, con lo cual es necesario tomar medidas a nivel europeo para promover un ahorro a largo plazo y ese ahorro a largo plazo es el ahorro para la jubilación», señaló. Hay margen y el gap es grande frente a otras geografías. El informe Draghi calcula que los activos ligados a la jubilación en Europa alcanzan apenas un 32% del PIB frente al 142% en Estados Unidos o el 100% en el Reino Unido, y en España la cifra colapsa al 4,6%.
En este punto puso en valor el papel «clave» que debe jugar el sector asegurador como gestores especialistas del ahorro finalista. La industria, según dijo, invierte 10 billones de euros en la economía, con el 82% de la inversiones del seguro localizadas en Europa y el 88% en el caso de las españolas, «con lo cual tenemos mucho que aportar». Del Valle puso en valor los pasos que está dando Europa recordando el nuevo sello «Finance Europe» impulsado por España, Francia, Alemania, Países Bajos, Portugal, Luxemburgo y Estonia para movilizar el ahorro de los ciudadanos hacia inversiones que impulsen los desafíos estratégicos de Europa. Se trata de un sello que se aplicará a productos que inviertan, al menos el 70% de su cartera en empresas europeas, con un horizonte de inversión mínimo de cinco años.
Al respecto valoró que la nueva etiqueta pueda ponerse sobre productos ya existentes que reúnan las condiciones, y que podrían ser tanto productos pensados en la jubilación como otros con horizonte de inversión a medio plazo con los que «podemos también atraer a los jóvenes hacia los hábitos de ahorro».
La presidenta de Unespa demandó, sin embargo, mayor ambición fiscal. Se ha contemplado que se dote a estos productos del mejor tratamiento fiscal que tengan los productos de ahorro en el país, pero abogó por «mejorar el mejor tratamiento fiscal de los productos de ahorro si queremos, de verdad, generar esas enormes masas de ahorro que necesita la Unión».