Unilever, que está detrás de productos como los jabones Dove, tiene su sede central en el céntrico barrio de Victoria, en Londres, y cuenta con 6.000 empleados en el Reino Unido y una fuerza laboral global de 128.000 trabajadores. Su consejero delegado, que asumió el puesto el pasado año, consideró «decepcionantes» los resultados del grupo de su balance de cuentas correspondientes a 2023. La compañía ha informado de que los recortes de empleos previstos se llevarán a cabo en oficinas del grupo a raíz de un masivo programa de reestructuración que desarrollará su nuevo consejero delegado, Hein Shumacher, con el objetivo de mejorar el rendimiento del grupo.
Con la reforma prevista, la empresa plantea invertir en tecnología a fin de dar un impulso a la productividad y ahorrar costes. «En virtud del plan de acción para el crecimiento, nos hemos comprometido a hacer menos cosas mejor, y con un mayor impacto», reveló el directivo.