Tampoco se creó tanta ocupación como el año pasado, aunque la variación estival ha sido, como lo es tradicionalmente, positiva: ganamos 434.700 ocupados. El 70% de los nuevos empleos se creó en el sector servicios.
“Lo que sí observamos es un cambio de paradigma en quienes acceden a este tipo de empleos veraniegos. Si tradicionalmente se asociaban a jóvenes, incluso estudiantes, vemos que hoy es el salvavidas de los parados de larga duración. El paro descendió en 17.600 personas entre quienes llevaban más de un año en desempleo, pero creció entre quienes buscaban su primer empleo, 14.900”, señala el secretario general de USO, Pérez.
El sindicalista lamenta no obstante que el paro continúe “duplicando al de la UE. Contamos con un paro estructural de dos cifras que lastra nuestro empleo. A pesar de esta contratación efímera, porque seguimos siendo prisioneros del turismo, la tasa de desempleo es del 11,27 %”.
Por otra parte, el dirigente sindical recalca que “a pesar de que nos están diciendo que vamos a vivir un nuevo verano de récord turístico, se ha creado menos empleo. Es decir, no solo fiamos nuestro crecimiento a un trimestre; sino que, en lugar de caminar hacia un turismo de mayor valor añadido, lo estamos desvirtuando todavía más. Entendemos que los nuevos modelos de alojamiento, que perjudican la vivienda habitual, tampoco crean empleo, así como la digitalización de otros servicios, como todos los relativos a guías profesionales, que es precisamente lo que puede marcar la diferencia entre un turismo de masas y destructivo, con un turismo de calidad y más respetuoso”.
Los datos del empleo, en general, “suponen el pan para hoy y hambre para mañana de cada verano. Los datos desestacionalizados dicen a las claras que el paro subió en un 1,15 % y la ocupación creció solo en un 0,37 %. Si España no fía sus cartas al mismo número de siempre, el empleo sigue sin levantar cabeza. Y ese es el que querríamos desde USO, empleo estable y de calidad”, sentencia el secretario general de USO.