Este incremento en el precio de los combustibles se ha visto influenciado, en parte, por la decisión conjunta de Rusia y Arabia Saudí de reducir la producción de petróleo en uno y medio millón de barriles diarios, respectivamente, lo que ha llevado a un impacto significativo en el mercado global de los carburantes.
Para los analistas del Grupo Moure, esta medida “ha restringido el suministro de petróleo en el mercado, lo que ha contribuido al aumento de los precios de los combustibles en el ámbito internacional”, generando una “carga adicional” para todos aquellos viajeros que se encuentran de vacaciones en este mes de agosto: a mayor precio de combustible, más caro será el viaje en su totalidad.
En este sentido, “el precio del barril de Brent, el que utilizamos como referencia en Europa, ha superado la barrera de los 80 dólares tras experimentar dos aumentos estas últimas semanas”, y añade: “la decisión de Rusia y Arabia Saudí de continuar reduciendo la producción de petróleo en agosto ha sido un factor determinante en el alza del precio de los carburantes”.
Ante esta situación, los consumidores han experimentado un incremento en el precio de los carburantes durante las vacaciones. “Los viajeros pagarán entre un 0,19% y 0,21% más por la gasolina y el gasóleo, respectivamente. Si retrocedemos y comparamos con el año 2019, actualmente estamos pagando entre 12 y 15 euros más, según el tipo de combustible”. A todo esto, hay que sumar la operación salida, que empezó el pasado 1 de agosto, y que aglutinará 6,9 millones de desplazamientos en nuestro país, según la DGT, factor que anualmente supone un encarecimiento en los combustibles a causa de la mayor demanda. “Aunque los precios son superiores, los niveles actuales continúan situándose por debajo de los registrados hace un año y siguen siendo inferiores a los del resto de Europa”.
“Llenar un depósito de gasolina supone un coste de 88 euros en comparación con los 102 euros del año pasado; por otro lado, el depósito de diésel tiene un coste de 79 euros, 22 euros menos en comparación con el año pasado, lo que representa un ahorro significativo”.
En última instancia, a pesar de que la tendencia para los próximos meses es que el precio de los carburantes siga aumentando, los precios actuales siguen estando considerablemente por debajo del máximo alcanzado en junio de 2022 durante la crisis energética desencadenada por la invasión rusa a Ucrania; en aquel momento, el precio de la gasolina se encontraba un 17,88% más alto que el valor actual, mientras que el diésel estaba un 24,2% por encima de los niveles actuales.