Es el máximo de la serie histórica, si bien sigue por debajo de la media europea (37 años y 2 meses) y muy lejos de países como Países Bajos, Suecia, Alemania o Irlanda, que rebasan el umbral de los 40 años. El dato, elaborado por la Oficina Europea de Estadística para el año 2024, contrasta con el hecho de que el pasado año se exigía haber cotizado al menos 38 años para acceder a la jubilación con 65 años (menos si se superaban los 66 años y seis meses), según el esquema de retraso fijado en 2011 para ampliar la edad de jubilación a los 67 años en 2027. Pero hay que tener en cuenta que hablamos de métricas diferentes.
El indicador sobre la duración de la vida laboral que publica Eurostat es una estimación del número de años que se espera que una persona que acaba de alcanzar la edad legal para trabajar (15 años como media europea) se mantenga en la población activa a lo largo de toda su vida. En este contexto, es llamativo que España sea el estado europeo con mayor esperanza de vida de la UE (84 años), seguido de Italia (83 y 9 meses años) pero su expectativa de actividad laboral sea tan baja. En el caso de Suecia, cabe destacar que también su esperanza de vida es de las más elevadas de la UE (83 años y cinco meses), si bien queda por detrás de Italia y España. Sin embargo, Países Bajos, que lidera el ránking europeo de actividad profesional, está por debajo de la media en expectativa biológica, con 81 años y cuatro meses.
Uno de los datos que confirma este análisis de Eurostat es que las diferencias entre la vida laboral española y la de las principales economías como Suecia o Alemania no se han reducido sustancialmente en los últimos 20 años, y sí han aumentado en el caso de Países Bajos (de 4 a 7 años). Algo que confirma que la evolución no guarda relación con el retraso de la edad legal de jubilación, ya que se ha producido también en aquellos que no han hecho reformas en este sentido.
En cambio, lo que sí muestran los datos es una intensa reducción de la brecha de género en nuestro país. Mientras la esperanza de vida laboral media de los hombres apenas ha aumentado en un año y cuatro meses desde 2020, la de las mujeres se ha incrementado en 9 años y 8 meses. A día de hoy, la diferencia entre hombres y mujeres es de tres años y nueve meses, por debajo de la media de la Unión Europea (4 años y dos meses) y en línea con Países Bajos y Alemania, si bien sigue siendo relativamente elevada: hay 16 países en los que es inferior, e incluso en los casos de Letonia, Lituania y Estonia es negativa.