“Las cifras publicadas por el INE están alineadas a las previsiones que hicimos hace aproximadamente un año, con una caída de las compraventas de aproximadamente un 20%, y todo apunta a que cerraremos el año en esa línea por las ligeras caídas del Euribor de la última semana”, explica Quintana, CEO de la compañía.
Esta tendencia a la baja es una consecuencia directa de dos factores. El primero es “el aumento de los tipos de interés, que hace que los inversores busquen rentabilidades más elevadas u opten por inversiones alternativas más seguras como bonos del estado”; el segundo es “la inseguridad percibida por muchos propietarios tras la aprobación de la Ley de Vivienda”. Para Quintana, “se ha creado un efecto miedo por el hecho de que con muy pocas viviendas ya puedan ser calificados como grandes tenedores, y por el aumento de derechos poco proporcionales a favor de los inquilinos frente a los propietarios”.
En lo referente a venta, “de cara al 2024, probablemente se mantendrán los precios en los barrios de rentas más altas, pero los de rentas más humildes no tendrán más remedio que ajustar precios si quieren dar salida a su inmueble”, detalla el experto inmobiliario.
Esta crisis, “a diferencia de anteriores”, ha tenido un “efecto muy curioso en la oferta”. Explica que “en vez de iniciar una escalada bajista en los precios, lo que ha hecho ha sido desaparecer del mercado, y muchos propietarios que no tenían claro si vender o no, o que sus expectativas estaban claramente fuera de mercado, han retirado su inmueble de la venta”.
En lo que respecta a alquiler, Quintana cree que la falta de oferta seguirá provocando tensiones y precios al alza en 2024. “Desde hace meses estamos viendo como muchos propietarios están optando por el alquiler a media estancia, o por la explotación de este a través de algún operador”, explica. Y añade que, en las comunidades dónde se aplique la Ley de Vivienda, “lo más probable es que este traslado a usos fuera de vivienda habitual será todavía más marcado”, aunque remarca que “faltará saber cuándo se aprobará una ley para regular esos nuevos usos”
En lo referente al mercado de las hipotecas, el experto vaticina que “en 2024 los bancos seguirán buscando perfiles muy buenos, siempre por debajo del 30-35% de los ingresos, y esto beneficiará a las rentas más altas y supondrá un problema para las más bajas” “En 2023 hemos vivido la gran caída en el volumen de contratación de hipotecas, muy por encima de la caída de operaciones de compraventa”. Opina que la bolsa de ahorro acumulada por muchos consumidores se ha trasladado a inversión inmobiliaria, pero también que se está reduciendo. “La contratación de hipotecas también se estabilizará, cerrando 2024 con cifras parecidas a las de 2023”, explica.
En cuanto a los tipos de interés de las hipotecas para el próximo año, espera que “se mantengan, después de la estabilización de la inversión y de que el BCE los mantuviera en su última reunión”. En este sentido, concluye que “los consumidores ya están asumiendo que los tiempos de tipo de interés al 0% han pasado a la historia y extrañamente se repetirán; los que quieran comprar buscarán una buena oferta en el mercado y asumirán el precio”.