El grupo, controlado por el fondo británico Zegona, revisará los salarios antes del mes de junio en función de los resultados que se logren.
Ya en el año 2023, en plena transición entre la salida del grupo Vodafone y la entrada de Zegona, se optó por prorrogar con las mismas condiciones el convenio que vencía ese mismo ejercicio. En los últimos días se ha reunido la Comisión de Vigilancia del Convenio. En ella, según apuntan los sindicatos, se analizó la situación actual de la empresa y su evolución durante estos meses desde la irrupción del fondo en la gestión. «Lo mejor para la plantilla es no abrir ahora la negociación del convenio prorrogando así las condiciones actuales», apuntan.
Entre las condiciones económicas, que no se mueven con esta prórroga, se encuentra la revisión salarial -el salario mínimo de incorporación al grupo se fijaba en 17.000 euros-. Cualquier incremento que se pacte se producirán con efectos 1 de julio y estarán ligados al cumplimiento de los parámetros de ingresos por servicio -que son los tradicionales que están vinculados a la conectividad- y el resultado bruto de explotación (Ebit) del ejercicio fiscal inmediatamente anterior. Con un cumplimiento inferior al 98% no se tocan las nóminas, mientras que si se supera el 105% alcanza un 2,5%.