Así lo asegura en una entrevista con el diario ‘Financial Times’ en la que sostiene que la primera opción es negociar un acuerdo «plenamente equilibrado» durante el periodo de 90 días que han establecido como tregua, pero al tiempo avisa de que el bloque está trabajando ya en las opciones que permite el nuevo instrumento anticoerción para defenderse de presiones económicas extranjeras que buscan desestabilizar a la UE.
La jefa del Ejecutivo comunitario no da detalles pero sí apunta que existe una «amplia gama de contramedidas» si después de las conversaciones «fracasan las negociaciones» y añade que un «ejemplo» de cómo usar el mecanismo anticoerción sería «poner un impuesto sobre los ingresos de publicidad» que recaudan los servicios digitales norteamericanos en la Unión Europea.
Algunos de los ministros de Comercio de la UE reunidos el pasado lunes apuntaron ya esta opción como represalia si avanzaba la escalada arancelaria y el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, dijo entonces que «todos las opciones estaban sobre la mesa», sin entrar en detalles de la estrategia común.
Países como Francia han abogado estas semanas por gravar «bienes y servicios, incluidas las cinco grandes plataformas, las «GAFAM», -Google (Alphabet), Apple, Facebook, Amazon, Microsoft, como dijo la portavoz del Elíseo, Sophie Primas, en una entrevista a RTL el pasado día 3; si bien apuntó que primero se buscará el diálogo y que, en todo caso, este abanico de represalias no se presentarían hasta «final de mes». El calendario apuntado por la portavoz francesa, en todo caso, queda en suspenso a partir del anuncio de Bruselas el jueves de congelar la activación de la primera ronda de aranceles que tenía previsto empezar a aplicar desde el próximo martes, 15 de abril.
Esa tanda, de un 25% sobre cerca de 21.000 millones de euros en compras a Estados Unidos en respuesta al 25% de recargo que Estados Unidos sigue cobrando a las importaciones europeas de acero y aluminio, queda en suspenso durante 90 días a pesar de que Washington mantiene sus aranceles como un gesto para «dar oportunidad a las negociaciones». El Ejecutivo comunitario informó además de que tampoco presentará como tenía previsto la próxima semana su propuesta para la segunda ronda de represalias, en respuesta al 25% sobre los coches que sigue en vigor y a los aranceles indiscriminados que Trump ha reducido en el caso de la UE de un 20% a un 10% durante 90 días. Su preparación «continúa» pero por el momento «no se harán anuncios», dijo un portavoz comunitario, para «dar espacio» al diálogo.
Preguntada por el impacto de la guerra comercial lanzada por Trump, Von der Leyen admite que supone un «punto de inflexión» para el comercio internacional y en las relaciones entre la Unión Europea y Estados Unidos para las que «no hay vuelta atrás al ‘status quo'». «No hay ganadores en esto, sólo vencidos», ha defendido la jefa del Ejecutivo comunitario, en referencia a las caídas en las Bolsas internacionales: «Hemos visto el coste del caos, el coste de la incertidumbre que experimentamos hoy será muy duro».