En una intervención en el Parlamento Europeo en Estrasburgo, la líder comunitaria ha insistido en que la «confrontación» comercial «no beneficia a nadie» y aunque el Ejecutivo europeo está dispuesto a trabajar en pro de una «solución constructiva» para una balanza comercial tanto de bienes como de servicios con Estados Unidos, ha afirmado que tiene capacidad de responder con firmeza al pulso de Washington.
«Tiene que quedar claro: Europa no ha iniciado esta confrontación. No queremos necesariamente tomar represalias, pero tenemos un plan sólido para hacerlo si es necesario», ha sostenido, tras recalcar que el bloque europeo «tiene todo lo necesario» para proteger a los ciudadanos y la prosperidad europea. Von der Leyen ha detallado que lo prioritario es la «unidad y la determinación» de los europeos, por lo que ha defendido sus contactos con los líderes de la UE sobre «los próximos pasos» a dar. «Evaluaremos cuidadosamente los anuncios de mañana para calibrar nuestra respuesta», ha dicho.
En todo caso, ha reiterado ante los eurodiputados que la UE cuenta con el mayor mercado único del mundo, de «la fuerza para negociar y para contraatacar». «Los ciudadanos de Europa deben saberlo: juntos promoveremos y defenderemos siempre nuestros intereses y valores y siempre defenderemos a Europa», ha apuntado.
Así las cosas, Von der Leyen ha apostado por sacar todo el potencial que tiene el Mercado Único, asegurando que la receta contra los aranceles estadounidenses también pasa por redoblarlo y retirar obstáculos a las transacciones en el seno de la UE.
«El mercado único es la piedra angular de la integración y los valores europeos. Es nuestro poderoso catalizador del crecimiento, la prosperidad y la solidaridad», ha señalado, defendiendo «retirar barreras» que existen en el Mercado Único para contar con uno «más grande, que vaya rápido y lejos».
Es por ello que, ha anunciado que Bruselas presentará «el mes que viene» más propuestas para simplificar el funcionamiento del Mercado Único con «propuestas concretas y audaces» para eliminar algunas de estas barreras y evitar otras nuevas, que según ha dicho equivalen a un arancel del 45% para las manufacturas y del 110% para los servicios en Europa.