Así lo indicó Aragonès en rueda de prensa desde la sede de ERC en Barcelona, donde señaló que inicia una “nueva etapa”, pero con el “mismo compromiso: una Cataluña justa e independiente”, aunque lo hará desde “otro sitio” y lo hará “ayudando al país que quiero y al partido, ERC, que me representa”.
En las próximas semanas, explicó, centrará sus esfuerzos en “facilitar una transición desde el Gobierno en funciones hasta la elección de un nuevo presidente de la Generalitat” y facilitando una transición en ERC desde su rol de coordinador nacional para cerrar “un ciclo electoral de malos resultados y contribuir a abrir un nuevo ciclo de crecimiento”.
“Yo estaré para ayudar a cuidar y preservar el proyecto”, manifestó. Además, se mostró “orgulloso” de la gestión y de las “transformaciones” que “hemos impulsado desde tantos ámbitos” y también de “haber liderado la estrategia de negociación, de haber desbrozado el camino, en solitario, que ha permitido acabar con la represión”.
Sobre los resultados de las elecciones de ayer, Aragonès comentó que la oposición al Gobierno “republicano” representada por el PSC y Junts “ha ganado, se ha impuesto en las urnas y ha conseguido la victoria”. Criticó que el “bloqueo permanente” de ambos partidos “ha impedido” poder sacar adelante “las transformaciones que estábamos impulsando”. Por eso, destacó, “ahora les corresponde a ellos gestionar el nuevo escenario”, ya que su partido ha decidido “ser elemento de desbloqueo y asumir nuestro lugar en la oposición que nos ha asignado la ciudadanía”. Constató que “se ha perdido la mayoría independentista” y que “el país electoralmente ha girado a la derecha, como está pasando en otros países de Europa”.
“La ciudadanía nos ha dicho que tenemos que ir a la oposición y yo asumo también los resultados personalmente”, dijo Aragonès, quien, ante los malos resultados, comentó que ERC hará una “reflexión” de forma “colectiva” para “fortalecerse”. “Tocará fortalecer este proyecto y se tomarán decisiones colectivamente”, añadió el presidente catalán en funciones. Aclaró que su partido “no estará para facilitar una investidura del PSC” y “no participará de operaciones que necesitan del acuerdo de Junts y PSC”. “ERC se mantendrá en la oposición, que es donde nos ha situado la ciudadanía”, agregó.
Puigdemont lo quiere todo
Desde Argelers, el profugo Puigdemont ha anunciado que se presentará a la investidura, a pesar de haber perdido las elecciones frente a Illa, y ha insistido en lo que ya adelantó ayer: «puedo articular una mayoría más amplia que la de Salvador Illa», ha dicho.
Y es que a Puigdemont le salen las cuentas para poder ser investido en segunda vuelta. Porque cree que puede tener una mayoría más «amplia» y «más sólida» que el candidato socialista. Según el líder de Junts, él podría contar con entre 55 y 59 diputados, es decir, Junts y ERC y los cuatro de la CUP. En cambio, a Salvador Illa solo le concede el apoyo de 48 diputados, los 42 socialistas y los seis conseguidos por los comunes.
En cualquier caso, para conseguir ser investido necesitaría la abstención del PSC. ¿Y sería posible? Puigdemont asegura que el PSOE, que siempre ha defendido la «estabilidad», debería preguntarse precisamente «qué es lo que genera más estabilidad o inestabilidad. Pero hoy la estabilidad que puede tener el gobierno del PSOE está garantizada si se cumplen unos acuerdos», recordaba Puigdemont. El expresidente de la Generalitat se refería a los «acuerdos de Suiza», es decir, que no se demoren, que se cumplan, efectivamente; y sobre todo, que no se tomen decisiones que puedan ir en dirección contraria. Y en este sentido, hablaba de la posibilidad de «españolización» de Illa. Es decir, que se pueda apoyar en PP o en Vox.
Sobre Vox, Puigdemont preguntaba a los socialistas si está vigente el acuerdo que firmaron, por el que se comprometían a no aceptar por acción u omisión los votos de la «ultraderecha». Y sobre una posible abstención de los populares para hacer a Illa presidente, el líder de Junts recordaba: «Si se cumplen, no corre peligro la estabilidad de Sánchez. Si el PSC se abraza al PP, como ha hecho en el ayuntamiento de Barcelona, esto dejaría sin sentido el acuerdo que tenemos con el PSOE en Madrid».
Lo que sí ha descartado de plano Puigdemont es la llamada «sociovergencia», y asegura que quiere evitar, a toda costa, la repetición electoral. De momento, ya han empezado los contactos con ERC. Son solo eso, una primera toma de posición, porque «no se puede hablar de negociaciones», todavía, ha asegurado el líder de Junts.
Mientras tanto, ll líder del PSC conseguiría sumar mayoría absoluta junto a ERC y los Comuns-Sumar. Sin embargo, parece que no está claro que las tres formaciones lleguen a alcanzar un acuerdo que les permita gobernar en el Parlament catalán.