Además, lo ha hecho de forma rentable, mejorando sus márgenes y con ayuda de algunos extraordinarios, así que su beneficio ha aumentado un 32,8%, hasta los 15.511 millones de dólares. El grupo intenta corregir incluso su retraso frente a Amazon en comercio electrónico y superó los 100.000 millones de facturación por ese canal el pasado año.
En el cuarto trimestre, el grupo con sede en Bentonville (Arkansas), aumentó las ventas un 5,7%, hasta 173.388 millones de dólares. Parte del frenazo de la facturación se debe al menor precio de la gasolina. Las ventas en los mismos establecimientos, excluido el combustible, aumentaron un 4% en los establecimientos de Estados Unidos, más de lo que esperaban los analistas. El beneficio cayó un 12,4%, hasta 5.494 millones, en parte por factores extraordinarios, puesto que el resultado operativo crece un 30%, siempre según las cuentas registradas por la empresa ante la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (la SEC, por sus siglas en inglés).
El líder mundial de la distribución se ha mostrado prudente en sus previsiones. Espera aumentar las ventas entre el 3% y el 4% en el ejercicio que ha empezado en febrero y que el resultado consolidado operativo mejore ente un 4% y un 6%. Para el pasado ejercicio, la compañía también comenzó con previsiones modestas que fue elevando a lo largo del año. Al presentar los resultados de cierre de 2022, la compañía señaló que preveía aumentar las ventas un 2,5%-3% en el conjunto del año. En mayo elevó la previsión al 3,5%, aunque ya parecía un cálculo muy prudente, después de lo visto en el arranque de año. Luego elevó el crecimiento previsto en el año al 4%-4,5%, y una vez más en el tercer trimestre, hasta el 5%-5,5%, para cerrar el año con un aumento del 6%, el doble de lo pronosticado al empezar el curso.