Desde julio, el BCE ha subido la tasa de depósito en 350 puntos básicos, hasta el 3%, el ritmo más rápido registrado hasta la fecha, y los directores de los bancos centrales de Austria, Lituania y Eslovaquia han abogado por más aumentos. «Sabemos que tenemos que hacer más. ¿En qué medida? Eso no está claro. Se verá reunión a reunión», dijo Wunsch. Pese a la incertidumbre del mercado, aseguró que la gran mayoría de los responsables de política monetaria sigue respaldando el incremento de tasas de la última reunión, añadiendo que una decisión diferente podría haber contribuido a crear incertidumbre.
«En primer lugar, la inflación se ha mantenido demasiado alta durante demasiado tiempo. En segundo lugar, no vemos un problema estructural en los bancos europeos», indicó, precisando que habrá que ver qué impacto tendrán en los próximos días los acontecimientos en el sector bancario estadounidense y en torno a Credit Suisse.