Esta situación ha llevado a que la banca endurezca sus condiciones para conceder préstamos a todas las industrias y prevén continuar haciéndolo aunque no en todos los casos. De acuerdo con los datos recogidos por el Banco de España, tienen claro que serán más exigentes con los criterios de concesión en la segunda parte del año para tres nombres propios: actividades inmobiliarias, construcción e industria manufacturera.
Así se refleja en la ‘Encuesta de Préstamos Bancarios’, en la que también se anticipa que continuará contrayéndose la oferta de crédito y se producirá una nueva reducción en la demanda de préstamos “que sería algo más intenso en las actividades inmobiliarias”, puntualiza el informe, aunque serán movimientos más moderados que entre los meses de enero y junio. Así la banca continuará tomando medidas en sectores como estos que significan un mayor riesgo para ellos y que podrían elevar la morosidad. En esta línea, las entidades financieras prevén que antes de acabar el año haya una reducción tanto de la oferta como de la demanda de crédito, y que por lo mismo, se anticipa que los retrasos en los pagos podrían favorecer aún más el endurecimiento generalizado de las condiciones crediticias. La variación de las condiciones de los préstamos fue de más de 41% para la construcción y más del 40% para las actividades inmobiliarias en el primer semestre; de las cuales los inmuebles de uso no residencial y las residenciales (33% y un 25% respectivamente). Este semestre se reducirán todos los sectores a un 8,33%. El sector ha ido mostrando claros síntomas de debilidad en los últimos tiempos. Los resultados de las principales promotoras y socimis del sector se vieron afectadas por la bajada del valor de los inmuebles en la última temporada de resultados. Merlin Properties perdió 47,52 millones y Grupo Colonial redujo su resultado en 347 millones lastrado por el valor de su cartera que disminuyó un 3%. El sector lo achaca a la evolución al alza de los tipos de interés.
Debido a estas mismas razones, la demanda de préstamos se ha reducido en todos los sectores. Los más golpeados del semestre anterior en estos ámbitos fueron las actividades inmobiliarias y en los inmuebles de uso residencial y no residencial (los tres con una disminución de -33%). Los que marcaron un menor descenso, fueron todos los sectores manufactureros, servicios, la construcción, entre otros. Ahora en los próximos meses los tres segmentos de vivienda seguirán siendo los más bajos, aunque de forma más prudente alcanzando un -25%, mientras que el que mejores condiciones alcanzará durante este periodo será el uso de la energía. En este sentido, de acuerdo con el Banco de España, los criterios de concesión y las condiciones aplicadas a los préstamos para las empresas se han endurecido a causa de diversos factores. Entre ellos la situación responde “al aumento de los riesgos percibidos por las entidades financieras, a una menor tolerancia a los mismos, y al incremento de los costes de financiación para las entidades y a una menor disponibilidad de fondos”, indican desde el BdE.
Por ejemplo, los aspectos que marcaron más la variación de los criterios de aprobación de préstamos y cambiaron las condiciones aplicadas durante el segundo trimestre fueron principalmente por las condiciones generales; los préstamos de mayor riesgo; la situación y perspectivas económicas generales, o la situación y perspectivas de la empresa y los sectores.
El inmobiliario español siempre ha destacado a nivel global y los inversores ven al país como un lugar para invertir en ámbitos del ‘ladrillo’; sin embargo, la crisis social por la inestabilidad política tras el 23-J ha vuelto a poner contra la espada y la pared a quienes buscan desembolsar. La Ley de Vivienda también ha dado mayor impulso a la inseguridad jurídica para los propietarios de viviendas, la invasión de Rusia a Ucrania también ha cambiado el panorama. Y así, una suma de conjuntos que ha hecho que la banca ponga bajo la lupa a los sectores que, por más que se encuentren en momentos de moderación de precios y demanda, significan un riesgo para ellos. «Las entidades financieras anticipan que las condiciones de acceso a los mercados de financiación seguirán empeorando», finaliza el BdE.