Los principales bancos centrales del G 10, la Reserva Federal, el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra, están ya vislumbrando el fin de las subidas de tipos. El debate es ahora saber cuánto tiempo mantendrán los tipos a estos niveles mucho más altos de los que estamos acostumbrados en las últimas décadas hasta que la inflación vuelva a los objetivos, que en general se sitúan en el 2%. Lo que vemos es una dicotomía clara entre la Reserva Federal de los Estados Unidos, donde la inflación, incluida la subyacente, se encuentra en una tendencia de claro descenso hacia el objetivo, y la Eurozona y en el Reino Unido, países en los que todavía no vemos una tendencia clara a la baja en la inflación subyacente.
En el caso del Reino Unido se han producido subidas de sueldos, y existe cierto riesgo de ver efectos de segunda ronda. En la Eurozona, no tendremos datos de salarios del segundo trimestre hasta finales de este año. Entonces será muy interesante ver qué ha ocurrido y analizar los posibles efectos de segunda ronda. Si persistiera la inflación, el plan que tiene el Banco Central Europeo de parar las subidas antes de llegar siquiera al 4% podría verse dificultado.
La inflación, por tanto, será la clave de los mercados de divisas en las próximas 6 o 7 semanas. Si en vez de fijarse en la inflación, tanto el Banco de Inglaterra como el Banco Central Europeo se centran en la debilidad de la economía y paran las subidas, podríamos ver un rebote significativo del dólar frente a esas dos monedas.