El mayor crecimiento del PIB en el primer trimestre del año correspondió a Polonia (+3,8%), por delante de Luxemburgo (+2%), Portugal (+1,6%) y Croacia (+1,4%). El PIB de España, por su parte, creció a un ritmo del 0,6% tras cerrar 2022 con un repunte trimestral del 0,5%.
En el lado contrario de la balanza, Irlanda destacó para mal con una caída del PIB del 2,8%, revisada respecto del batacazo del 4,6% de la anterior estimación. También llamaron la atención las caídas en Lituania (-2,1%), Estonia (-0,6%), Malta (-0,5%) y Países Bajos, cuya economía menguó un 0,3% frente a la caída del 0,7% inicialmente estimada.
La economía de Alemania cayó por segundo trimestre consecutivo, también a un ritmo del 0,3%. Por su parte, Francia consiguió cerrar marzo con un crecimiento del PIB del 0,2% tras cerrar el cuarto trimestre de 2022 completamente plano. Italia, por su parte, también evitó la recesión y su PIB aumentó un 0,6% tras reducirse un 0,1% entre octubre y diciembre del año pasado. «Tanto si la zona euro se contrajo durante el invierno como si no, las perspectivas siguen siendo de debilidad persistente. A medida que pasa el impacto del shock energético, está dando paso a un apretón de la política monetaria restrictiva. Eso mantendrá el crecimiento lento el resto del año», señala Rush, economista jefe para Europa de Bloomberg Economics.