En toda la UE, la economía creció un 0,2% en la UE, en comparación con el 0,5% del primer trimestre. Por países, entre los Estados miembros con datos disponibles para el segundo trimestre, el mayor ritmo de crecimiento correspondió a Rumanía (1,2%), Polonia (0,8%) y España, Eslovenia y Bulgaria (0,7% cada uno). Por el contrario, el PIB de Irlanda retrocedió un 1%.
En cuanto a las principales potencias de la eurozona, además de España (0,7%), la economía de Alemania se contrajo un 0,1%, los mismo que la de Italia, mientras que Francia creció un 0,3%.
Las últimas proyecciones macroeconómicas presentadas por el Banco Central Europeo (BCE) recogen la previsión de que el crecimiento del PIB sea del 0,9% en 2025 y del 1,1% en 2026. La proyección de crecimiento sin revisar para 2025 «refleja un primer trimestre más sólido de lo previsto, junto con perspectivas más débiles para el resto del año».
«Si bien se espera que la incertidumbre en torno a las políticas comerciales afecte la inversión empresarial y las exportaciones, especialmente a corto plazo, el aumento de la inversión pública en defensa e infraestructura impulsará cada vez más el crecimiento a medio plazo. El aumento de los ingresos reales y un mercado laboral sólido permitirán a los hogares gastar más. Esto, junto con unas condiciones de financiación más favorables, debería aumentar la resiliencia de la economía ante las crisis globales».