En una conferencia de la Asociación Americana de Banqueros, la exmandataria de la Reserva Federal ha puesto en valor las iniciativas impulsadas en las últimas semanas como una muestra de compromiso de la Fed para garantizar la seguridad bancaria.
«Los bancos que tomamos no se centraron en ayudar a bancos concretos. Nuestra intervención fue necesaria para proteger el sistema bancario más amplío de Estados Unidos», apunta Yellen para remarcar que podrían justificarse acciones similares a las tomadas en caso de que los bancos de menor tamaño sufran una espantada de depósitos que supongan un riesgo de contagio, sin especificar ningún plan en concreto. La Reserva Federal ha anunciado un aumento temporal del balance en 300.000 millones de dólares como una ventanilla de emergencia para garantizar «fondos adicionales» en aras de que el sector pueda atender sus necesidades de liquidez, ya que sirve de paraguas para proteger a toda la industria financiera. Yellen ha asegurado que esta medida funciona y que las salidas de depósitos se han estabilizado.
La mandataria realizaba estas declaraciones en un contexto marcado por la situación crítica que atraviesa First Republic Bank, que se ha convertido en el nuevo talón de Aquiles del sistema financiero estadounidense con desplomes significativos en bolsa en los últimos días. En la jornada del lunes el prestamista californiano sufrió un retroceso del 47,11% y se desmarca así de Pacwest, Zions Corp o Keycorp, que ayer recuperaron algo de tono. Los esfuerzos de JP Morgan de liderar una nueva ronda de conversaciones con otros grandes bancos estadounidenses para estabilizar el golpeado First Republic no fueron suficientes para el mercado, mientras el sector privado continúa en busca de una solución para esta entidad, después de que los pesos pesados de Wall Street acudieran a su rescate con una inyección de 30.000 millones de dólares.
De momento, los futuros del banco registran un avance del 17% en la preapertura en una señal de que su cotización podría remontar este martes desde el mínimo histórico de 12,18 dólares por título en los que cerró ayer. El colapso de SVB Financial, Signature y Silvergate le convirtió en la siguiente víctima bursátil. La mandataria ha apuntado a este respecto que las acciones de la FDIC, la Fed y el Tesoro han reducido el riesgo de nuevas quiebras bancarias, según recoge ‘Reuters’. Algunas entidades han solicitado garantías temporales sobre todos los depósitos en Estados Unidos, decisión que requiere el permiso del Congreso de los Diputados y la activación de un procedimiento acelerado.
Sin embargo, el conservador Caucus Republicano de la Libertad de la Cámara de Representantes rechaza elevar las garantías de depósitos más allá del límite actual de 250.000 dólares por cliente, una gran piedra en el camino si se quieren aprobar cambios por la vía rápida con el objetivo de frenar una crisis más profunda. Establecer garantías para depósitos no asegurados en bancos con problemas requerirían del apoyo de la mayoría de la Fed, del presidente del Gobierno, Joe Biden, de Yellen y la FDIC para determinar que un banco se considera como ‘excepción del riesgo sistémico’, como ha pasado con SVB y Signature.