En la misiva, se pide al equipo directivo que garantice que Minor cumple con su compromiso de aumentar el free-float de la sociedad y que la firma asiática “cese inmediatamente” las adquisiciones de acciones adicionales. “En caso de que no adopten las medidas requeridas, nos reservamos el derecho de emprender acciones legales contra cada uno de los consejeros por los daños sufridos por la sociedad y sus accionistas derivados del incumplimiento de sus deberes fiduciarios y/o su falta de actuación”, se expone en el texto enviado.
El requerimiento, que se solicita se haga extensivo a todo el Consejo en la reunión prevista para hoy, se hará llegar también a la CNMV y a los reguladores en los que Minor ha emitido valores, como Estados Unidos. Los afectados lamentan la asimetría de información entre Minor y los accionistas minoritarios, al tiempo que instan al consejo a hacer todo lo posible por revocar las dimisiones de los consejeros independientes que anunciaron su salida ese martes, entre ellos el presidente Alfredo Fernández Agras.
En esta línea, se demanda el diseño de una opa de exclusión por parte de la propia sociedad “al precio que corresponda de acuerdo con la normativa aplicable”. Resulta igualmente llamativa la mención que hace el documento a la utilización por parte de Minor de información “no pública” para desarrollar sus diferentes proyectos de excluir a la sociedad de los mercados. Las hostilidades se desataban el domingo 7 de mayo. Con nocturnidad, Minor, que atesora más del 94% del capital, informaba de su intención de adquirir acciones de NH durante 30 días a un precio “no superior a 4,5 euros por acción”. En la mañana del lunes, la CNMV suspendía de negociación los títulos de la compañía y horas después explicaba los motivos. “Cualquier operativa o actuación que pueda transmitir al mercado el mensaje de que un inversor o accionista está dispuesto a comprar una determinada cantidad de acciones en unas condiciones fijas podría constituir un proceso de oferta”, explicaba.
En un hecho relevante posterior, la CNMV admitía que exploraba con Minor desde hacía meses las condiciones de una opa de exclusión. Incluso destapaba un informe de valoración de EY elaborado a petición de la compañía tailandesa que fijaba entre 4,81 y 5,68 euros el rango de valor de las acciones, una horquilla a todas luces insuficiente para el organismo que preside Rodrigo Buenaventura. Éste, acto seguido, mostraba el camino a los dueños de NH: o compras a mercado -la opción elegida- u opa de exclusión a un precio aprobado por la Comisión. Fuentes conocedoras del proceso desvelan el enfado de Buenaventura al conocer el comunicado de Minor, así como su convicción de que el precio de la oferta de salida debería situarse en el entorno de los 6 euros.
La crisis se agravaba este martes cuando presentaban su dimisión en bloque los consejeros independientes de la sociedad. Además de Fernández Agras, José María Cantero y Fernando Lacadena anunciaban su adiós a la firma a partir de junio, fecha en que debe celebrarse la junta de accionistas. En sus explicaciones revelaban cómo la exclusión de cotización de las acciones de NH ha estado sobre la mesa del consejo de forma recurrente. Por ejemplo, el cónclave de la hotelera, en su reunión del 8 de octubre de 2018, tomó nota del compromiso de Minor -que acababa de lanzar una opa a 6,30 euros- de “adoptar las actuaciones que resulten razonables en función de las condiciones de mercado” si las acciones no tuvieran liquidez. El 9 de marzo de 2020, planteó ya abiertamente una opa de exclusión a 7,30 euros, suspendida a causa de la pandemia. Volvió a la carga durante la segunda mitad de 2022, con un último plan para sacar a la sociedad de Bolsa, esta vez a derribo.
En esta línea, los consejeros ponen en evidencia de forma sutil a la CNMV, que ha cumplido el procedimiento pero no ha terminado de “salvaguardar” la posición de los minoritarios.