Los inversores siguen mostrando interés por los títulos de deuda españoles, aunque la demanda conjunta de todas las referencias (10.230 millones de euros) no ha llegado a duplicar lo finalmente adjudicado en los mercados. En concreto, en esta última emisión de mayo el Tesoro ha subastado bonos del Estado con una vida residual de 2 años y cupón del 0,00%; Bonos del Estado a 5 años, con cupón del 0,00%; Obligaciones del Estado con una vida residual de 5 años 2 meses, con cupón del 1,40% y Obligaciones del Estado a 20 años, con cupón del 3,45%.
En lo que respecta a bonos del Estado con una vida residual de 2 años, el organismo ha colocado 1.603,28 millones y ha logrado una demanda de 2.918,28 millones, mientras que el interés marginal se ha situado en el 3,071%, superior al 2,949% previo.
En las Obligaciones del Estado con una vida residual de 5 años 2 meses, el Tesoro ha captado 1.482,19 millones, frente a una demanda de 2.452,20 millones, y la rentabilidad se ha colocado en el 3,097%, respecto al 2,937% anterior.
Por otra parte, el Tesoro ha colocado 1.306,85 millones de euros en un bono a 5 años, por encima de los 2.241,85 millones solicitados, con un interés marginal del 3,043%, inferior al 3,087% de la puja previa.
Por último, en las Obligaciones del Estado a 20 años el organismo ha colocado 2.118,64 millones, por encima de los 2.618,64 millones solicitados, con una rentabilidad del 4,007%, frente al 3,654% anterior.
Interés superior al 3% en letras a 3 y 9 meses
La subasta de este jueves se celebra días después de que el Tesoro colocara 1.997,57 millones de euros en una subasta de letras a tres y nueve meses, remunerando a los inversores con intereses más elevados y por encima del 3%. El mantenimiento de los elevados intereses ofrecidos, en línea con las últimas subidas de los tipos de interés por parte del BCE, ha mantenido el apetito inversor de los mercados por los títulos españoles, especialmente por la deuda a corto plazo.
La emisión se produce así en un momento en el que los inversores particulares están mostrando gran interés por la compra de deuda, principalmente a corto plazo, dada su alta rentabilidad, que ha ido creciendo desde inicios de 2022, especialmente en el caso de las letras a más corto plazo.