Estas circunstancias, que suceden con mayor frecuencia los sábados y domingos, y durante los meses de junio y julio, producen lesiones graves, principalmente en la cabeza (37%) y tórax (35%), y provocan la muerte al 11% de los afectados, que permanecen en el hospital durante una media de entre 16 y 21 días. Destaca la alta mortalidad asociada con la edad, que pasa del 6% entre las personas más jóvenes al 34% entre los mayores. Las personas que sufren este tipo de lesiones son mayoritariamente hombres (78%), con una edad media comprendida entre los 43 y 49 años. Llama la atención que entre el 12% y el 15% de las personas que ingresan en una UCI ha consumido alcohol y presenta antecedentes psiquiátricos.
Son algunas de las conclusiones del informe El impacto de la enfermedad traumática grave en España, que han presentado hoy Fundación MAPFRE, el Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid y la Sociedad Española de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (SEMICYUC) con el objetivo de analizar la evolución de la patología traumática en las unidades de cuidados intensivos a lo largo de la última década en España, un trabajo que según sus autores, refleja el envejecimiento general de la población, así como los cambios que se están produciendo en la movilidad y en el entorno laboral y de ocio. La investigación analiza un total de 15.817 ingresos gracias a la información procedente de dos bases de datos, la primera de ellas, RETRAUCI, de carácter nacional, que representa el mayor registro de trauma en España, amparado por SEMICYUC; y la segunda, de un centro muy representativo, UCITE, la Unidad de Cuidados Intensivos de Trauma y Emergencias del Hospital 12 de Octubre de Madrid.
El trabajo también aporta datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que ofrece las últimas cifras disponibles de mortalidad por trauma. En este sentido, indica que entre 2012 y 2020 el número de personas que falleció en España por causas externas pasó de 14.004 en 2012 a 16.078 en 2020, lo que representa un aumento del 15%, debido principalmente al incremento que experimentaron las caídas accidentales, que crecieron un 50% en dicho periodo y quitaron la vida a 3.605 personas en 2020. Destacan también los ahogamientos y atragantamientos, que durante esos años aumentaron un 29% y causaron la muerte de 2.913 personas (2020), así como los suicidios, que actualmente representan la primera causa de muerte externa en España, y que durante este periodo crecieron un 11% y provocaron el fallecimiento de 3.941 personas (2020).
Motos y atropellos
Las lesiones de tráfico siguen siendo las más frecuentes en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y representan alrededor del 40% de todas las causas de ingresos en el periodo analizado. Por edades, el tráfico es el primer motivo en todos los grupos de edad y alcanza su máximo en la franja entre 26 y 35 años (45%). Las colisiones en motocicleta fueron la causa más frecuente de lesiones graves (36%), seguidas muy de cerca por los siniestros en coche (35%) y atropellos a peatones (27%), que presentan mayor gravedad por afectar a una población cada vez más envejecida.
Menos agresiones y más caídas
Las agresiones presentan un patrón claramente descendente con la edad y representan, según el informe, el 25% en el grupo de edad más joven, entre 16 y 25 años, y el 10% entre los mayores de 75 años. Por el contrario, las caídas muestran una tendencia al alza con la edad y alcanzan el 35% de los ingresos en los mayores de 75 años. Más alcohol entre los 36 y 45 años El informe destaca que el alcohol está presente entre el 12 y el 15% de todos los ingresos relacionados con la circulación de vehículos, entre el 22 y el 34% de las agresiones, y entre el 22 y el 28% de las caídas, y que, en términos generales, el porcentaje que mayor presencia de alcohol registra se encuentra en el grupo de edad de 36 a 45 años y disminuye a medida que aumenta la edad. Ellos se lesionan más Llama la atención la dimensión de género de las lesiones, con el 78% de los pacientes de sexo masculino, así como el hecho de que las mujeres ingresan con una mayor frecuencia debido a gestos autolíticos (suicidios), caídas al mismo nivel y colisiones de tráfico, y en menor medida por agresiones, actividades recreativas y traumas laborales. De hecho, el 97% de los ingresados por lesiones provocadas en el trabajo son hombres, mientras que en el caso de los intentos de suicido, el porcentaje desciende hasta el 66%. La tasa de mortalidad es mayor entre las mujeres (14%) que entre los hombres (9%).
Impacto de la pandemia
El trabajo también detalla el impacto de la COVID-19 en el trauma en España, y en estes sentido, destaca cómo en 2020 se observó un cambio abrupto de tendencias con un descenso de números absolutos para los siniestros viales, agresiones y accidentes laborales, y un aumento de los ingresos relacionados con los intentos de suicidio y actividades recreativas. En concreto, destaca un descenso importante de ingresos en los meses de marzo y abril de dicho año, seguido de un ascenso progresivo que se incrementó con el inicio de la desescalada llegando a un pico de ingresos en julio de 2020, con una rápida vuelta a niveles de años previos en agosto y meses sucesivos. Durante la presentación han participado Mario Chico, jefe de la Sección de la UCI de Trauma y Emergencias del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Universitario 12 de Octubre; y Juan Antonio Llompart, presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (SEMICYUC). También ha participado Jesús Monclús, director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación MAPFRE, quien ha puesto de manifiesto la importancia de la prevención para alcanzar el Objetivo
Cero lesiones graves y mortales y ha destacado como medidas urgentes, “diseñar y poner en marcha una estrategia nacional de prevención de lesiones, en línea de las actuales estrategias de seguridad vial y seguridad laboral, que incorpore los incendios y las quemaduras, así como las caídas, los ahogamientos y atragantamientos y los suicidios”.