La subida de tipos de interés ha dificultado el acceso a la compra de la vivienda, ya que endurece las condiciones hipotecarias y genera una subida en los precios. Esto ha provocado que la participación en el mercado baje 4 puntos porcentuales hasta el 28%, con la Comunidad Valenciana y Andalucía a la cabeza de estas bajadas, y ambas registrándolas tanto en demanda como en oferta. Por su parte, en Madrid se aprecia un descenso en la compra, y en Cataluña baja la oferta tanto en el alquiler como en la compraventa.
El precio de la vivienda ha sufrido este abril su subida más fuerte desde el año 2006, con un aumento del 10% y un precio medio que ronda los 2.100 euros el metro cuadrado, frente a los 1.900 euros de hace un año. Con respecto a datos de 2014, el precio de la vivienda se ha encarecido en un 25%, con zonas turísticas como Baleares y Canarias como principales afectadas.
A pesar de que estas subidas se han acelerado tras la pandemia, los expertos consideran que el problema estaba latente desde 2011, cuando la Administración dejó de construir viviendas de protección oficial y las que existían comenzaron a cambiar su calificación a vivienda libre. Esto ha generado que en los últimos 20 años las viviendas sociales hayan descendido en cerca de 70.000, lo que ha provocado un déficit de vivienda social en España.
En el caso de la compra de vivienda, esta desciende dos puntos porcentuales hasta alcanzar un 14%, frente al 16% mostrado en 2022. Sin embargo, este dato se encuentra todavía un punto porcentual por encima de lo marcado en prepandemia. En cuanto a la oferta, aunque se mantiene estable en un 4% comparada con los datos de hace un año, sí ha descendido en un punto frente a la existente antes de la COVID. Cabe destacar que el porcentaje de oferta frente al de demanda supone un amplio desfase que facilita el tensionamiento de los precios.
Sin embargo, el mercado sigue encontrándose en un nivel alto de participación, a pesar de dejar atrás el fuerte impulso que se produjo tras la pandemia. Además, los expertos prevén que la resiliencia del mercado permita que surja el perfil del pequeño ahorrador, que no necesita de ayudas familiares o bancos para adquirir una vivienda, lo que haría que en los próximos meses el mercado muestre signos de recuperación y se vuelva a elevar la participación.
En la actualidad, los jóvenes son los más activos en el mercado, aunque en los últimos meses las subidas de precios han hecho que la demanda en esta franja descienda. En este sentido, las mujeres suponen el 62% de este grupo, que tiene una media de 27 años y un nivel socioeconómico que ronda los 1.500 euros al mes.
Con respecto a la intención de compra, esta se mantiene estable con un 70%, de los que el 38% pretenden adquirir una vivienda en los próximos cinco años. La subida de los tipos de interés y los altos precios de la vivienda sí han provocado una disminución de la intención de compra en un plazo de dos años.
No obstante, la compra de vivienda sigue en niveles altos, lo que supone que el sentimiento de propiedad continúa muy arraigado en nuestro país. En cuanto al tipo de propietarios, el 80% disponen únicamente de una casa, frente al 16% que tienen dos y el 4% que dispone de 3 o más. La mayoría de la población opina que comprar una vivienda es una buena inversión, pero también considera que estamos acercándonos a una nueva burbuja inmobiliaria. En este aspecto, los expertos de Fotocasa no aprecian que esto vaya a ocurrir, ya que los requisitos hipotecarios cada vez son mayores.
Por último, la perspectiva en el mercado del alquiler es peor, con máximos históricos cada mes en los precios y una oferta que sigue disminuyendo. Los propietarios prefieren vender sus casas antes que alquilarlas, principalmente a causa de las problemáticas que puede generar un alquiler y la inseguridad jurídica. Además, se esperan nuevos precios récord en los próximos meses, a pesar de haber superado ya los 11 euros el metro cuadrado, un 37% más que lo registrado en el año 2010.