El banco ha desembolsado 200 millones de euros en el último año para zanjar reclamaciones por usura, según se refleja en las cuentas individuales correspondientes a 2022 y que se han registrado recientemente en el Registro Mercantil. En esa cifra se incluyen acuerdos extrajudiciales, los pagos por las sentencias recibidas en contra y los gastos de asesoramiento legal.
En los últimos años, WiZink se ha visto especialmente afectado por litigios relacionados con la comercialización de crédito revolving. En 2020, el Supremo consideró que un préstamo concedido por el banco era usurario. Tras el fallo, la entidad, al igual que el resto de bancos que comercializan estos productos, comenzó a recibir un aluvión de demandas de clientes que consideraban que los tipos de interés aplicados en sus contratos eran excesivos.
Por esa razón, el banco dotó provisiones millonarias que provocaron pérdidas en 2020 y 2021. El propio auditor de las cuentas, de la firma KPMG, señala en su informe de auditoría que las reclamaciones por usura y las provisiones dotadas para cubrir posibles pérdidas es una de las cuestiones clave a tener en cuenta a la hora de analizar los estados contables de la entidad. Con ese pago de 200 millones, WiZink zanja parte del problema. Igualmente, las provisiones por reclamaciones relacionadas con la usura se han reducido drásticamente al pasar de 363 millones a 193 (un 47% menos). De hecho, en el último ejercicio el banco no ha dotado nuevas provisiones por este concepto, ante las perspectivas de que las reclamaciones todavía pendientes en los juzgados serán más favorables para sus intereses.
Se da la circunstancia de que en febrero de 2023 el Tribunal Supremo se pronunció sobre una cuestión clave para resolver los conflictos. El Alto Tribunal estableció los criterios para considerar si un crédito revolving es usurario. Así, dictaminó que un tipo de interés que supere en seis puntos porcentuales el precio normal de estos productos (entendido como la tasa TAE) será considerado usura.
Esta sentencia trataba de poner fin a las discrepancias en los criterios adoptados por las Audiencias Provinciales a la hora de considerar si un crédito revolving era usurario o no. También dio alas a la banca, ya que la mayor parte de los contratos formalizados se encuentran dentro del rango que el Supremo considera normales. De hecho, en sus propias cuentas, WiZink estima que las perspectivas de éxito en los procesos abiertos ahora son mejores. “La principal hipótesis en la estimación contable de este año es la tasa de éxito (sentencias favorables sobre el total de sentencias). Cabe señalar que, tras la sentencia del Tribunal Supremo de 2023, el nivel de certeza para determinar si una reclamación puede tener una sentencia favorable ha aumentado considerablemente”, indica.
En 2022, WiZink registró pérdidas de 98 millones de euros, lo que supone un 69% menos que los 312 millones que en 2021, aunque la entidad detalló que excluyendo las provisiones extraordinarias habría obtenido un beneficio de 27 millones. WiZink se encuentra inmerso ejecutar su plan estratégico en el que aspira a convertirse en la entidad líder de España y Portugal en financiación al consumo. La entidad aspira a que sus nuevos negocios de financiación al consumo (préstamos personales, financiación en el punto de venta digital y financiación de vehículos de ocasión) ocupen un peso cada vez mayor en su balance. En 2022, superaron los 260 millones del balance total de la entidad, cerca de un 20% de su negocio en España y un 9% en el total del banco y busca que acaben representando un 45%.