Se trata de la primera caída de precios desde diciembre de 2020. La caída interanual de abril en los precios de las exportaciones se ha debido a los bienes intermedios (disminuye su variación más de cuatro puntos, hasta el –1,1%, por el descenso de los precios de la fabricación de productos básicos de hierro, acero y ferroaleaciones y la fabricación de productos químicos básicos, compuestos nitrogenados, fertilizantes, plásticos y caucho sintético en formas primarias, frente al aumento en abril de 2022), los bienes de consumo no duradero (con una variación anual del 7,7%, casi dos puntos y medio por debajo de la de marzo, tras la bajada de los precios de la fabricación de aceites y grasas vegetales y animales, que aumentaron en abril del año pasado y porque los precios del procesado y conservación de carne y elaboración de productos cárnicos suben menos de lo que lo hicieron el mismo mes del año anterior), y los bienes de equipo (cuya tasa anual del 4,9% desciende un punto respecto a la de marzo dado que la subida de los precios de la fabricación de vehículos de motor es menor que la de abril de 2022.
La subida de los precios de esos tres tipos de productos contrastas con los de la energía, que elevó más de 1,5 puntos su tasa interanual, hasta el -37,4%, por el menor abaratamiento de la producción, transporte y distribución de energía eléctrica en comparación con abril de 2022. La variación anual del índice general sin Energía disminuye más de dos puntos y medio, hasta el 3,0%, y se sitúa más de tres puntos por encima de la del IPRIX general.
En datos mensuales, los precios industriales de exportación registran una tasa mensual del –0,6% en abril respecto al mes de marzo, por la caída del 1% en los precios de los bienes intermedios, el descenso del 6,2% de los precios de la energía, mientras que subieron un 0,4% los precios de los bienes de equipo.
Precios de la importación
Por lo que se refiere a los precios de importación de los productos industriales, éstos disminuyeron en abril un 3,8% interanual, su mayor caída desde enero de 2021. Esta evolución se debe a la caída de los precios de la energía en un 26,1%, el retroceso de un 1,4% en los precios de los bienes intermedios y una subida del 3% de los bienes de consumo no duraderos.